viernes, 16 de mayo de 2008

El Mensajero de Dios

Hace unos días, Edmundo García Román, dirigente de la CTM en Tamaulipas, expresó en una entrevista que a Dios sólo le pedía que lo iluminara para saber cuando tendría que dejar la dirigencia de esta organización. Así que su petición fue realizada con tanta devoción que Dios, nuestro señor, lo escuchó y a través de este espacio, le respondió rápidamente lo siguiente:

“Estimado Mundo, hijo mío: quiero pedirte que de inmediato renuncies a la CTM de Tamaulipas porque desde hace más de una década traicionas a los trabajadores que están afiliados a esta importante organización sindical.

Quiero pedirte que lo hagas aprisa porque el daño que le provocaste al sector obrero con tu comportamiento es irreparable, y difícilmente volverán a tener la fuerza política de antes. Y es que nunca supiste defender con valor las conquistas logradas por tus antecesores y ahora, te pido que aceptes sin refutar mi decisión y que públicamente les pidas perdón.

Quiero que sepas que estuve siempre al pendiente de tú actuación y puede comprobar que nunca luchaste por tú clase y poco a poco te volviste un pequeño burgués muy aburrido. Es más, nunca entendiste el contexto político y por eso ligeramente y sin fundamento acusas ahora a Luis Donaldo Colosio de ser como el peor presidente nacional del PRI, porque según dices que Donaldo quiso acabar con los sectores y esto sí que no tiene perdón. ¡Qué bárbaro!

Por otra parte, te ordeno que antes de renunciar a la dirigencia estatal pongas al frente de la CTM a Juan, Pedro o Cristina, y tú sabes muy bien a quienes me refiero. Ellos tienen mi bendición y estoy seguro que sabrán guiar mejor que tú a los trabajadores de la CTM de Tamaulipas.

En fin, solo me resta decirte que yo, el todopoderoso, te perdono para que vivas tranquilo después de renunciar a la organización de trabajadores pero si no lo haces, entonces, caerá sobre ti un castigo de mil años en el infierno y eso te lo adelanto para que lo sepas antes de que vengas frente a mí a rendir cuentas”.

Te quiere… tú padre el Dios, todo poderoso.

Hasta aquí el mensaje que Dios nuestro Señor le envió a Edmundo García Román a través de este espacio. Así que sólo esperamos que cumpla con las órdenes que le dio porque si no lo hace de seguro, mil años en el infierno serán muy pocos para pagar todo lo que les ha hecho a los obreros de la CTM de Tamaulipas. ¿Qué le parece? ¿Cumplirá Mundo? Eso ya lo veremos dentro de muy poco tiempo.