Es claro que esto en su momento a Zedillo no le pareció porque era la herencia que Luis Donaldo Colosio Murrieta le había dejado a México y le perjudicaba por los cambios que luego haría en los tres poderes y en el PRI al que finalmente entregó para que triunfara Acción Nacional en la elección presidencial.
Así que Ernesto Zedillo no sólo es un traidor del priismo, sino también es el destructor de la democracia en México y ha vuelto para tratar de defenderla cuando en su sexenio realmente no lo hizo y ahora ataca a MORENA por tratar de controlar todo el país con su proyecto de transformación.
Por supuesto que nadie duda que MORENA busca tener el control absoluto del país, es el fin de toda organización política y a nadie debe sorprender, pero lo hace bajo sus principios de No Robar, No Traicionar y No Mentir beneficiando al Pueblo como su objetivo principal.
Es decir, los morenistas a diferencia de los neoliberales no hacen un cambio sin antes consultar a la gente, por eso en las Cámaras de Diputados y Senadores se mantienen activos y lo único que hacen es defender su proyecto político.
Por lo que nadie debe dudar que los morenistas lograran el apoyo de los legisladores para tener el control de las redes sociales, medios de comunicación y por supuesto que la regulación de las normas generales leyes y reformas que se hagan en todo el país.
Si para Zedillo esto es un peligro para la democracia, es posible que para los millones de mexicanos que apoyan a MORENA no lo sea y aunque el expresidente seguirá cuestionándolos no se sabe porque no lo hizo en su momento y esto indica que realmente están perdiendo la batalla ideológica y política.
Y es que los prianistas en lugar de impulsar el proceso democrático del país lo entregaron a los empresarios y a los grupos que estaban enquistados en el poder y fueron ellos quienes saquearon al país con la complacencia y complicidad de los políticos y gobernantes que controlaban el poder político, judicial y legislativo.
Por lo que son ellos los que ahora protestan, critica y señalan, pero en su momento no pudieron conservar el poder porque le dieron rienda suelta a su ambición desmedida y vulgar y no saben qué hacer para ser una oposición creativa y defensora de sus ideas.
En fin, los mexicanos saben que los prianistas que dominaron durante más de 30 años a México, se perdieron, no se renovaron y crearon una oligarquía que nunca se dio cuenta que lo único que hacían estando en el poder político era perder la confianza y credibilidad de la gente quien al final de cuentas, decidió el cambio de régimen y creemos que estarán por muchos más mientras el prianismo no aprenda de las lecciones de su historia. Ni más ni menos.
