Esto nos demuestra su ineficacia, incapacidad e irresponsabilidad para conocer las causas de los problemas de Reynosa, ya que antes de tomar las riendas del gobierno y especialmente de la COMAPA, tuvo que realizar un diagnóstico de sus padecimientos, para determinar qué acciones tomar.
Sin embargo, tuvieron que acercarse las elecciones para iniciar una campaña contra los gobiernos que administraron la ciudad, desde hace 20 y 30 años, y señalarlos como los causantes de lo que le pasa a Reynosa, pero eso ya lo sabe la gente y creemos que no caerán en su juego que tan solo busca tapar lo que no ha podido solucionar.
A Maki le resulta muy bien hacerse la víctima y esto le ha permitido obtener diversas posiciones dentro del gobierno federal, el poder legislativo y en el municipio, pero atrás de esa dulce mirada y de ese tono medio quejumbroso que tiene, encontramos la ambición desmedida, la evidente corrupción y la impunidad que goza al estar cerca del poder. Ni más ni menos.
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