Y es que ahora sabemos que César García, Alejandro Etienne Llano, Enrique Cárdenas del Avellano y Roberto González Barba, buscan la dirigencia estatal, pero estos priistas representan lo que la militancia no quiere que vuelva, porque son ellos dignos representantes de lo que ha empinado al priismo estatal.
Es por esto que si el PRI nacional busca remover al PRI tamaulipeco, lo primero que tiene que hacer es cambiar al Consejo Político Estatal, ya que en su mayoría representa al Grupo Victoria, quien controla alrededor del 70 por ciento de los delegados, y sí esta elección la someten a su aprobación, es seguro que el nuevo dirigente estatal sea de Victoria, con lo cual estarían sepultando a este partido político.
Lo que sucede es que la mayoría de los electores se encuentran en la frontera norte del estado y los priistas de esta zona, desde hace más de diez años no están representados en el Comité Directivo Estatal, por lo cual han optado por votar por el PAN o Morena, ya que no se identifican con los dirigentes y candidatos que les pone el Grupo Victoria.
Los ejemplos son muchos y sólo basta revisar las últimas elecciones para darse cuenta, del porqué la gente se hartó de sus imposiciones lo que finalmente los han llevado a un paso de su desaparición del escenario político estatal.
Es por ello que sí el PRI nacional busca revalorar su presencia, desde luego que tendrá que valorar las tres zonas principales del estado como son norte, centro y sur, para que puedan elegir a un dirigente que sea más competitivo y represente a la mayoría de los priistas y no llegue por la influencia de algún grupo o ex gobernador.
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