Sin embargo, esto mismo también provocó que el caso de la Casa Blanca creciera, que el asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapan se convirtiera en escándalo internacional y que el socavón de la autopista México-Cuernavaca, confirmara que tener funcionarios corruptos era una parte muy importante para el gobierno peñista.
Nadie nunca ha sabido si esto lo hizo por su ambición o para evitar informar de manera veraz y objetiva a la gente o si de plano no quiso hacerlo porque enriquecerse de manera ilegal era prioritario para sus proyectos.
El caso es que al no informar con claridad los errores que se cometieron así como no despedir o poner en la cárcel a funcionarios del primer nivel por sus actos de corrupción, provocaron que el PRI perdiera la elección presidencial.
Comentamos esto porque Andrés Manuel López Obrador hace todo lo posible para que esto no le suceda y busca ser lo más claro posible en la información que ofrece a los medios de comunicación, lo cual es un gran avance, porque se conocen con anticipación los pasos que dará, en lo que él llama la cuarta transformación que vivirá el país durante su mandato.
Así que ahora conocemos que después de que Andrés Manuel López Obrador tome posesión como presidente de la República, serán dados de baja alrededor de 200 mil burócratas de confianza del gobierno federal y esto le pudiera provocar su primer gran desafío.
Y es que dejar sin trabajo a 200 mil burócratas de confianza provocará una gran molestia, enojo y
rabia para estos mexicanos, ya que muchos de ellos votaron por él y tendrá que darles una mejor explicación del porqué lo hace.
Ya que sabemos que todas las transformaciones, por más pequeñas que sean, causan molestia, angustia e incertidumbre y nadie está preparado para que, de un día para otro, le anuncien que no tendrá trabajo.
De tal manera, que esta medida provocará muchas protestas y tendrá que estar preparado para lo que hagan, porque si estos burócratas de confianza se organizan y empiezan a hacer paros y manifestaciones como las que él hacía, ya veremos hasta donde está dispuesto a tolerarlos.
Por lo pronto, otro gran desafío que a López Obrador se le avecina será posicionar a Morena como un partido político y no vemos aún quienes de sus seguidores pudieran levantar el ánimo y las simpatías entre los mexicanos como él las despertó.
Es más, en Tamaulipas aún no tiene a nadie que tenga el carisma o la capacidad para dirigir a Morena y confirmar lo que hizo la pasada elección, porque los candidatos ganadores lo hicieron gracias a la ola que levantó y nadie tiene la capacidad para consolidar a este partido en el estado.
Y es que no saben ser oposición y por lo tanto Morena en Tamaulipas es todavía un proyecto en ciernes y pudiera desaparecer o hacer un mediocre papel en la próxima elección local, si no hacen un buen trabajo de partido y eligen mejores candidatos.
Esperamos que las medidas que AMLO vaya a tomar al iniciar su gobierno transformador no le vayan a rebotar y le generen mayores problemas que soluciones.
Tiene que conocer muy bien el tiempo que vivimos, conocer a quienes va a despedir del gobierno, que intereses va a afectar con las medidas de austeridad que tomará y las reformas que echará para abajo.
Porque en aquél entonces, cuando Hidalgo, Juárez y Madero, hicieron las transformaciones triunfaron porque los respaldaban sus ejércitos y controlaron casi todas las sublevaciones hasta que fueron vencidos y AMLO ahora quiere cambiar hasta las funciones del mismo Ejército y la Armada que en un momento dado si hubiera problemas lo pudieran defender.
Finalmente, en aquél tiempo las noticias tardaban mucho en llegar a todo el país y ahora, llegan en segundos; los niveles de educación eran muy diferentes y en su mayoría México tenía un pueblo ignorante, hoy no es así y esto pudiera ocasionarle algunas molestias e inquietudes a López Obrador, porque se espera mucho de su gobierno y si no le cumple a la gente, se lo van a cobrar más pronto de lo se cree, porque volvemos a repetirlo, no es lo mismo ser oposición que ser gobierno y ya lo estaremos viendo hasta donde llega. Así de simple.
Apunte final. El empresario texano, Adrián Oseguera Kernion, asegura que llegó a Madero para hacer historia y ya veremos de qué habla, porque en campaña nunca aportó una idea o proyecto que fuera original y esto siempre lo definió como un candidato oportunista lo que se confirmó al ganar AMLO. Ni más ni menos.
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