lunes, 21 de noviembre de 2022
¿Quién gobierna Tamaulipas? (2/6)
Tragicomedia de la vida pública en Tamaulipas, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Todo puede ser verdad o mentira, depende del cristal con que se mira.
Por Oscar Contreras
El triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador fue contundente. Los 30 millones de votos que le dio el “Pueblo de México” demostraron que su mensaje contra la mafia del poder, la corrupción, la impunidad y sus críticas a los políticos del PRIAN, habían resultado y dado el triunfo electoral después de 18 años que duró su campaña a la presidencia de la República.
Sin embargo, siempre existió la sospecha que al ex presidente Enrique Peña Nieto le convino negociar su salida con MORENA más que con el PAN, estaba enterado que los panistas investigarían las irregularidades cometidas por Luis Videgaray Caso y su equipo y eso, no lo iba permitir, les debía la conducción del gobierno, que lo exoneraran de firmar algún documento para evitar una posible acusación y por supuesto, la evidente fortuna que había hecho en el sexenio.
Videgaray era para Peña Nieto su alter ego, era el cerebro de su gobierno y quien había diseñado el plan sexenal de gobierno, las reformas legislativas, la estrategia que habría de seguir con los grupos y organizaciones, los gobernadores, los personajes de la política y en especial, era su principal consejero para los negocios que hicieron durante el sexenio.
Era tanto el poder de Videgaray que a los gobernadores los citaba año con año para revisar sus propuestas al presupuesto de egresos federal y cuando estaban frente a él, sin despegar los ojos de la pantalla de su computadora, les decía que tenían 15 minutos para exponer sus proyectos, después de escucharlos aceptaba uno o dos y a veces ninguno, porque él junto con su equipo, ya había destinado los recursos federales para los estados y esta actitud a Peña Nieto le provocó reclamos de la cúpula priista.
Por ello, el mexiquense de manera perversa impulso a José Antonio Meade Kuribreña como el candidato del PRI a la presidencia, era uno de los tecnócratas más reconocidos de su equipo y su elección la justificó diciendo que era el único de los integrantes de su gabinete que atraería los votos del panismo, lo conocían porque había trabajado con Felipe Calderón y muchos de los dirigentes del PAN que nunca apoyaron la candidatura de Ricardo Anaya a la presidencia lo apoyarían.
Los colaboradores de Peña Nieto nunca se opusieron, porque sabían que Meade sería el candidato ideal para perder la elección y no les importaba que así sucediera, sí al ser derrotado el PRI estaba la salvación del grupo, eso es lo que menos les importaba y como decía Luciano de Medici: “a veces hay que tomar decisiones que no son agradables, pero que son necesarias para salvar a la familia”.
Bajo este principio Andrés Manuel López Obrador fue apoyado por Enrique Peña Nieto y así, el tabasqueño consiguió ganar la presidencia de la República para llevar a cabo su proyecto de nación y no le importó perdonarle al mexiquense todo el saqueo cometido al gobierno federal con tal de obtener el poder presidencial y es por esto que nunca Peña Nieto, Videgaray y su pandilla se les investigará, ni serán llamados a declarar y mucho menos se les aprenderá. Emilio Lozoya, quien no era del grupo, solo es un distractor y pronto lo dejarán en libertad.
Habremos de recordar que Enrique Peña Nieto nunca se distinguió por ser un político con oficio y formado en la lucha de su partido, fue producto de la mercadotecnia y de la estrategia diseñada por el exgobernador Arturo Montiel Rojas, líder del Grupo Atlacomulco, quien lo impulso para ser candidato del PRI a la presidencia de la República, ya que otro tabasqueño, Roberto Madrazo Pintado apoyado por la nomenclatura priista, le habían impedido ser candidato a la presidencia por no convenir a los intereses de la llamada mafia del poder y por su obsesión de ser candidato estuvo a punto de que lo metieran a la cárcel por no someterse a sus designios.
Peña Nieto fue la venganza política de Montiel Rojas por todo lo que la Mafia del Poder le había hecho, aunque realmente no se sabe si fue la compensación por lo que le hicieron, la verdad nunca se sabrá, son los acuerdos que se toman en la cúpula del poder y solo quienes la integran lo saben y difícilmente hablan o comentan sobre los arreglos o pactos que se negociaron ya que muchos de ellos han cambiado el destino del país y sin duda lo seguirán haciendo.
El caso es que Enrique Peña Nieto fue el presidente de la República que el Grupo Atlacomulco creó, preparó y resultó como lo esperaban, ya que sólo en seis años, repusieron los negocios y sus ganancias que perdieron en los 12 años cuando los panistas los sacaron de Los Pinos, de tal manera que hicieron con el gobierno y el país, todo lo que desearon y nadie ni nada los detuvo, fue uno de los sexenios donde la ambición se desbordó y no tuvieron medida, crecieron los negocios privados en PEMEX y estuvieron a punto de concesionar una parte de los servicios de salud y la educación pública.
Así que su salida de la presidencia de la República tenía que asegurarla y en ese momento, para su salvación, se la entregaron al candidato de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, antes que, al candidato del PAN, Ricardo Anaya, quien sin dudarlo hubiera cobrado venganza contra el grupo de Peña Nieto, a quien hubiera investigado, acusado y puesto en cualquier penal de alta seguridad por el saqueo indiscriminado que hicieron de los recursos y bienes públicos.
Todo esto lo sabía Andrés Manuel por los contactos que tenía al interior del gobierno federal y lo único que tenía que hacer era elegir bien a los candidatos al senado que estaban mejor posicionados en los estados del país para lograr que su triunfo electoral fuera creíble y a eso se dedicaron sus colaboradores más cercanos por lo que de esa manera descubrieron al doctor Américo Villarreal Anaya, quien resultó mejor de lo que esperaban.
Después del triunfo de la elección de López Obrador la selección del equipo que lo iba a acompañar en el gobierno federal sería fundamental para llevar a cabo el proyecto político que había pensado establecer junto con su familia, esposa e hijos, así como los más cercanos colaboradores que lo conocían bien y estaban sometidos a su autoritarismo.
Algunos de los que habían sido sus colaboradores volvieron, otros nuevos se incorporaron y varios que lo habían acompañado en su trayecto de los 18 años de campaña fueron premiados con diputaciones como a Yeidckol Polevnsky o senadurías como a J. Félix Salgado Macedonio para que, desde ahí, en el poder legislativo defendieran su propuesta de la Cuarta Transformación como proyecto de Nación.
Desde luego que en ambas cámaras hubo cambios en su control y en el papel que jugaron los morenistas siendo mayoría, pero no afectaron lo que ganan con sus dietas ni en sus compensaciones y viáticos, parecería que esto es un premio por aceptar que sus decisiones las tome el presidente López Obrador, quien define qué propuestas se harán y cuáles deberán aprobarse, actúa como un legislador absoluto, autoritario y justifica su actitud, gracias a los 30 millones de votos que recibió su candidatura.
Es importante comentar que el Senado de la República para el doctor Américo Villarreal fue una escuela de formación política y los morenistas como Ricardo Monreal y Martí Batres, quienes tienen más trayectoria, oficio y participación que el doctor, estuvieron muy cerca de él desde que inició su labor legislativa, se dieron cuenta que lo tenían que formar, desde lo más elemental en la política, orientar en lo ideológico y guiar en lo legislativo. Nunca se opuso, porque no discute, solo asume y cumple con las órdenes que le dan, así fue educado y eso se vio en su papel como legislador y al parecer, aunque no lleva mucho tiempo que lo repetirá siendo gobernador.
Esto a López Obrador le confirmó que tuvo razón en elegirlo y desde luego que, después de conocerlo y tratarlo mucho mejor, por supuesto que lo haría gobernador, se dio cuenta que nunca le daría ningún problema al darle alguna de sus órdenes, no las cuestionaría y cumpliría al pie de la letra con todo lo que le dijera, por esto hasta el momento ha sido muy útil para establecer su proyecto político de la cuarta transformación (4T) en Tamaulipas.
Habremos de recordar, que el paso del doctor Américo Villarreal Anaya por el senado de la República, fue sin pena ni gloria, no destacó porque ahí sólo destacan los que más gritan o los que han sido elegidos por López Obrador para defender las reformas que envía para su aprobación, y no es que el senador tamaulipeco no pudiera aportar nada, conoce bien el sector salud y lo que necesita para mejorar, pero el presidente de la República ya tenía su reforma a la salud y Américo cumplió su papel solamente al aprobarla.
Desde luego que Tamaulipas nunca se benefició por alguna gestión que haya realizado en el Senado o en alguna secretaria o dependencia federal, al doctor Villarreal Anaya no se le da eso de involucrase con las causas de la sociedad, sus vecinos del Fraccionamiento Las Palmas de Ciudad Victoria recuerdan que en una ocasión tuvieron una ola de robos a sus vehículos, hicieron una reunión, ahí decidieron cooperar y pagar vigilancia, todos lo hicieron menos el doctor, quien les dijo que no podía hacerlo porque no lo tenía contemplado en sus gastos.
Esto mismo sucedió cuando quisieron reparar las calles, ya que algunos de los baches habían crecido tanto que empezaban afectar sus vehículos y las tuberías del agua y drenaje, de igual manera Américo Villarreal Anaya no cooperó por la misma razón, aunque sus vecinos sabían que tenía uno de los mejores sueldo en la Secretaría de Salud de Tamaulipas y sus negocios estaban en la mejor época, pero bueno así fue educado y tiene muy claro que los tamaulipecos están para atenderlo y servirlo no para que él los apoye o los ayude.
Su campaña para senador no le costó, AMLO y sus estrategas, sabían que su nombre, ligado al de su papá, lo compensaba todo. Por eso en la propaganda que mandaban hacer para los candidatos de la coalición “Juntos Haremos Historia” Encuentro Social y Partido del Trabajo a la diputación federal, siempre iba acompañada con su fotografía y eso no le costaba nada, no más poner su linda cara que a la gente le recordaba a su padre, pero mucho más a su madre, porque en opinión de quien los conoció bien, siempre se lo han dicho.
Por su puesto que Américo Villarreal se montó en las campañas que realizaron los candidatos de Encuentro Social y el Partido del Trabajo quienes habían recibido sólo propaganda y utilitarios que sus partidos, y muy poco apoyo financiero porque los dirigentes de esos partidos lo controlaban y a veces sólo les daban para la gasolina.
La ventaja que los candidatos de MORENA en el 2018 no la tenían los demás candidatos, así que muchos nunca hicieron campaña, pero ganaron la elección, lo único que hicieron fue montarse en la gran ola que levantó Andrés Manuel López Obrador y eso fue más que suficiente para conseguir el triunfo electoral, claro que el pacto de Enrique Peña Nieto con AMLO también los ayudó, pero eso nadie lo quiere reconocer, porque los morenistas aún siguen pensando que MORENA más que una elección hizo una revolución pacífica con la elección y esto es sólo es un sueño que muy pronto terminará.
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