Los trabajadores del Poder Judicial de la Federación que protestaban afuera del Senado de la República gritaban a los legisladores que iban entrando a la Cámara Alta… ¡Señor Senador detén al Dictador!... pero no sirvió para evitar que los senadores de MORENA aprobaran la desaparición de 13 de los 14 fideicomisos que no benefician a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Es importante comentar que hubo tres senadores de MORENA que no votaron a favor de desaparición de los fideicomisos como lo fueron Alejandro Rojas, Rafael Espino y Olga Sánchez Cordero quien dijo:
“Vengo a defender un principio de republicanismo, el de la autonomía de los Poderes de la Unión para definir sus propias formas, tiempos y modos de administración. Hoy vengo a defender a las y los trabajadores del Poder Judicial de la Federación ante la posible eliminación de los fideicomisos que representan parte de sus conquistas laborales, que quede claro no he venido proteger algún tema de interés particular. Hoy vengo a hablar en favor del respaldo institucional y la salvaguarda de los derechos de 22 mil 896 oficiales judiciales, oficiales de partes, técnicos de videograbación, técnicos de servicios, intendentes y oficiales de seguridad”.
Y señaló: “Debemos defender al Poder Judicial pero el Poder Judicial también tiene que cambiar algunas cosas. Estoy convencida que defender estos fideicomisos que están marcados para su extinción es defender a las trabajadoras y trabajadores del Poder Judicial…Hay momento en la vida de las personas que son definitorios para mí uno de esos momentos es hoy, como senadora de la república votaré en contra de que desaparezcan estos fideicomisos”.
Sin embargo, en su monologo de La Mañanera AMLO lanzó una pregunta al aire y dijo: que han hecho los ministros de la Suprema Corte por el pueblo, y él mismo se contestó: “no han hecho nada de beneficio por el pueblo, pero con eso mismo escupió para arriba y sería bueno preguntarle al tabasqueño que es lo que él ha hecho por México.
Lo único que hemos visto es que está empeñado en dividir al país, seguir mintiéndole al pueblo; a no cumplir con lo que ofreció desde campaña y en especial, imponer su criterio, sus deseos y caprichos a la hora de planear el presupuesto federal y definir la política del gobierno federal.
Y mientras tanto, el caso como López Obrador se ha comportado con Tamaulipas es insultante, le ha dado puro atole con el dedo y cree que halagando al gobernador Américo Villarreal Anaya en su show de La Mañanera es más que suficiente.
El mismo Villarreal Anaya se ha dado cuenta que AMLO es puro cuento, que quiere que todos se sometan a lo que dice y que nadie le pida cuentas claras, ni transparencia en lo invierte en obra pública, porque si alguien lo hacen, de inmediato se defiende y decreta que lo invertido no se da a conocer por seguridad nacional para que nadie se dé cuenta de lo que ordenó.
Aunque a López Obrador al final del sexenio ya se le empieza a terminar su demagogia y es evidente que, siendo un dictador con mascara de presidente, hace lo que quiere con la constitución por lo que se ha convertido en el Legislador Supremo del país y ahora lo que busca al enfrentarse con el Poder Judicial es convertirse en el Juez Supremo de México.
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