Sin embargo, no podemos descartar lo que hicieron también en sus gobiernos el carismático Eugenio “Geño” Hernández Flores y el muy inteligente Tomás Yarrington Ruvalcaba.
Y es que habremos de recordar que Tomás con su actitud de ser superdotado y tenebroso, alejó a muchos priistas y luego, dejo en su lugar a Geño, quien borró de tajo a cientos de proveedores y constructores para quedarse con todo el pastel que significa el gobierno estatal y esto provocó una escisión en el priismo tamaulipeco.
Ambos exgobernadores, terminaron el exterminio político que Manuel Cavazos Lerma inició cuando eliminó con el apoyo de Carlos Salinas de Gortari, los cacicazgos obreros y los liderazgos regionales que equilibraban el poder en el estado.
Así que de pronto los hijos del Nuevo Amanecer se quedaron con el estado, sin adversarios ni enemigos que pudieran hacerles sombra y lo dominaron por 24 años e hicieron todo lo que les dio la gana como imponer a sus amigos, colaboradores y cómplices en cargos partidistas, como diputados, presidentes municipales, delegados federales y crearon un cacicazgo pero estatal y no regional como estaba antes.
De tal manera que muchos de los que iniciaron en la época del Nuevo Amanecer se quedaron para ver el anochecer de Tamaulipas con la derrota de Baltazar Hinojosa Ochoa y así acabó esa oscura etapa de la historia que se distinguió por el saqueo, la corrupción, impunidad, el inició de una etapa de violencia e inseguridad que aún no termina y que promovieron estos ex gobernadores.
El caso es que Oscar Luebbert Gutiérrez proviene de esta pléyade de ilustres tamaulipecos y que ahora, después de corromper hasta las mismas filas del priismo, buscan volver a dirigirlo como si nunca hubiera pasado nada.
Es importante comentar que Egidio Torre Cantú tan sólo fue un salvavidas de esta pandilla transexenal y que rescató lo que hubieran podido perder con el asesinato de Rodolfo Torre Cantú.
Así que después de haber leído un discurso muy emotivo, con mucha entereza y con un gran sentido político, la cúpula del PRI nacional que lo escuchó con gran emoción lo impuso, pero sin tener la menor idea que Egidio no era el gobernante que Tamaulipas necesitaba para ese momento.
Pero bueno, Torre Cantú en seis años de gobierno no hizo nada rescatable o que se pueda mencionar, sino todo lo contrario, creció la violencia en todos los sentidos y el saqueo de recursos públicos fue inconmensurable de tal manera que continúo beneficiando a los mismos de siempre que nacieron con el Nuevo Amanecer y eso lo llevó a la derrota electoral.
Por cierto, el anochecer de Tamaulipas es todo un tema que seguirá dándonos de que hablar, porque Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington Ruvalcaba, Geño Hernández Flores y Egidio Torre Cantú quieren imponerse ante las nuevas generaciones y el PRI es el camino ideal para tratar de volver a apoderarse del estado.
En fin, nos aseguran que Luebbert tiene muchas posibilidades de llegar a la dirigencia del PRI en Tamaulipas, porque está en contacto permanente por el washap con la mayoría de los consejeros priistas del estado, pero habría que preguntarle si tiene en su washap el contacto de quién lo definirá, del Jefe Supremo del PRI nacional, porque como todos saben los consejeros no serán quienes lo definan. ¿O sí? Pues si eso es de esa manera, entonces, habremos de verlo…
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