lunes, 2 de abril de 2012

Cambio de Rumbo

El ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado tituló así el libro que recupera sus escritos, testimonios, entrevistas y las principales vivencias que tuvo al frente del gobierno federal, en el sexenio de 1982 a 1988.


En su prefacio dice: “Acepté mi postulación a la candidatura presidencial con plena conciencia de que el país atravesaba por una circunstancia singularmente compleja. A los problemas estructurales, resultado de situaciones históricas, se sumaban los causados por doce años de malos manejos económicos. En el lapso entre el surgimiento de mi candidatura y mi arribo al poder, el país sufrió un proceso inflacionario creciente, del orden de 100% anual, y una fuga masiva de capitales, la cual se incrementó con la nacionalización de la banca y el control de cambios. Estos hechos crearon un ambiente de confrontación entre el gobierno y las fuerzas productivas del país, que sentían que se había violado el Estado de derecho. En este entorno de recriminaciones mutuas y búsqueda de culpables, los mexicanos de menores ingresos tenían cada vez más dificultades para satisfacer sus necesidades mínimas.”

Esta situación es muy similar a la que hoy vivimos sin embargo, el manejo de la economía y de las finanzas públicas gozan de cabal salud, a pesar de que la pobreza en el país continúa creciendo y esta es un desafío que los gobernantes no han podido superar, pero esto se debe a que el ex presidente De la Madrid dejó en su lugar al tecnócrata Carlos Salinas de Gortari, quien al darle “orden” a la economía nacional implantó los mandamientos del consenso de Washington, del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, quienes prefieren que el gobierno federal mantenga el control absoluto de las finanzas públicas antes de fortalecer -con los recursos que se tienen de las reservas internacionales- a los productores nacionales y con esto al mercado interno.

Pero bueno, decía Miguel de la Madrid que cuando José López Portillo lo designó como candidato del PRI a la presidencia de la República, le dijo que “tenía las cualidades necesarias para el puesto, pues era el más capaz para modernizar el sistema y mi acenso al poder significaría un relevo generacional.”

Pues sí. López Portillo tuvo razón y con De la Madrid entraron los tecnócratas a dominar la política, y de pronto el escenario se lleno de economistas, contadores y empresarios, casi todos graduados en las universidades privadas de México, y con postgrados en el extranjero.

Pero estos en lugar de mejorar las condiciones económicas y sociales del país, tomaron decisiones que con el tiempo han creado un laberinto sin aparente salida, de tal manera que las clases sociales casi han desaparecido, y la distancia entre los pobres y ricos, cada vez se ahonda más y no se vislumbran oportunidades reales, para que la gente salga adelante.

Por esto al recordar al ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado nos queda claro, que son ellos los que han metido a México en muchos problemas sin una posible solución, porque en lugar de escuchar las voces de los millones de mexicanos que viven al día o sobreviven en la misma pobreza, escuchan lo que les dictan del extranjero con el pretexto de la globalización y el libre mercado.

¿Quién de los candidatos a la presidencia de la República será el que cambie esta situación?

Pues todo parece indicar que ninguno, porque hasta el momento no se ve que sus propuestas planteen para México un “cambio de rumbo” real, así como lo hizo en su momento José López Portillo con Miguel de la Madrid y las medidas económicas que tomó, y no es con firmas como se logra este cambio, porque esto es no es más que una muestra de la desconfianza que la sociedad les tiene a los políticos, ya que es inconcebible que un notario público tenga que certificar los compromisos que te obliga a cumplir en un sexenio.

El ex presidente De la Madrid decía antes de ceder el poder presidencial: “la situación que hoy enfrenta Salinas es radicalmente distinta a la que enfrenté yo hace seis años. Salinas asumirá el gobierno con la mancha de las elecciones, pero recibirá en cambio, porque yo se lo endosaré, el apoyo del poder económico, de los obreros, de los campesinos, de la Iglesia, del Ejército y de los Estados Unidos. Salinas luchará contra los partidos de oposición, pero no contra los factores reales de poder.”

“…Otra ventaja que tiene Salinas es que el PRI está asustado y ello lo hace más receptivo a las ideas nuevas. No obstante, no debe perder de vista que en su interior existen dos mundos y que hay que ir montado en dos caballos, arreándolos a los dos. Tiene que aceptar que su gente no se entendió con los gobernadores…”

En fin, la historia de lo que sucedió después ya la sabemos, Salinas reventó a los dirigentes del sindicato petrolero y de maestros, e impuso a Carleone Romero Deschamps y a Elba Esther “Doña Perpetua” Gordillo, quienes aún siguen en el poder de esos sindicatos después de más de 20 años y ahora se han convertido en caciques.

Por otra parte, su sexenio a pesar del éxito que tuvo en la política social y en parte la económica, se vio empañado con la muerte de Francisco Ruiz Massiue, el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta y el levantamiento del Ejército Zapatista, y ahora al parece con el triunfo de Enrique Peña Nieto está a punto de volver para terminar con su obra.

Sin duda alguna que esto el ex presidente Miguel de la Madrid lo sabía. Por ello, antes de morir y muy a tiempo, acusó a Carlos Salinas de Gortari de fomentar en su sexenio la corrupción, de robarse los fondos públicos, y aseguró que su hermano Raúl Salinas había tenido contacto con narcotraficantes. ¿Será? Quién sabe. Pero si vuelve al poder, tras el trono, que Dios salve a México porque nos puede ir peor. Ya lo demostró. Y de eso no hay la menor duda. Así de simple.

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