Han pasado cinco meses y 15 días desde que Américo Villarreal Anaya tomó protesta como gobernador de Tamaulipas y a pesar de contar con el dinero que le llega mensualmente por parte de la Federación y los ingresos que recibe por el pago de licencias para manejar, placas y licencias por la venta de alcohol, hasta el momento no ha hecho nada.Sin duda que su gobierno es una gran decepción, las expectativas que generó en su campaña con la llamada transformación y cambio real para el estado que tanto promovió siendo el candidato de MORENA, no se reflejan en el tiempo en que lleva en el cargo.
En su recorrido por Tamaulipas, siendo candidato, dijo que acabaría con los privilegios que la clase gobernante del PRIAN tuvo en los más de 90 años en que estuvo en el poder estatal y los electores, simpatizantes y morenistas, le creyeron, pero no sucedió así, mantiene la Casa de Gobierno, la flotilla de aeronaves, las representaciones en Monterrey, la Ciudad de México y son un gasto excesivo que confirman que la austeridad republicana es pura demagogia.
Su 1er Informe de Gobierno demuestra que la frivolidad continua y que el gasto superfluo e inútil que le costará al Pueblo no le sirve de nada a los tamaulipecos, porque es una muestra más del culto a la personalidad que profesa y que supuestamente con MORENA en el gobierno estatal se había terminado.
Es importante comentar que rendirá un informe sin tener el Plan Estatal de Desarrollo y por lo tanto los proyectos, obras y acciones que mencionará, están fuera la ley, no han sido aprobados y son producto de la imposición y de los intereses oscuros que lo llevaron al poder.
Tal es el caso del proyecto que supuestamente hará para construir un acueducto que llevará agua del Río Pánuco a las presas Vicente Guerrero y Marte R. Gómez y nadie sabe quién lo propuso, si se consensó con los colegios de ingenieros hidráulicos y civiles; con los ecologistas y biólogos para revisar qué tanto afectará al medio ambiente su construcción y en especial si se consultó a los químicos para saber la calidad del agua del Pánuco, ya que se encuentra muy contaminada.
Y es que se informó que la empresa ¿Cuál? entregará esta semana el proyecto “conceptual” para que sea dado a conocer y llevarlo a cabo, ya que el gobierno de Américo ya tiene el financiamiento para hacer esta obra y hasta los tubos comprados, aunque el proyecto en mención no ha sido aprobado por el Congreso de Tamaulipas, pero se asegura que lo harán.
Sin temor a equivocarnos este es uno de los grandes negocios que el gobierno de la transformación hará en Tamaulipas, ya que el primero fue la perforación de pozos para encontrar agua y fue un fracaso, pero hasta el momento nadie informa a quién se le ocurrió, cuánto costó, si siguen perforando o ya se fueron.
En fin, de lo que Américo Villarreal Anaya diga estaremos muy pendiente porque estamos seguros que presentará puros proyectos, planes, gestiones y programas que ya estaban en marcha.
Por ello, su gobierno es una gran decepción y el nepotismo que se practica en su administración -no sólo por él y su familia, sino también por sus colaboradores- lo convierten en un gobierno corrupto, mentiroso e hipócrita, que no cumple con los principios de MORENA de No mentir, No robar y No traicionar.
De salida. Se anuncia que Sergio Villarreal Brictson ya empezó hacer lo que sabe en la COMAPA de la Zona Conurbada y hasta parece que se le hacía tarde para utilizar a las empresas factureras de su preferencia para desviar recursos.
Aunque también dicen que eleva el costo de los implementos que se requieren para potabilizar el agua y que acude a empresas que fueron utilizadas en el pasado reciente para hacer esta operación.
Se sabía que esto iba a suceder, el primo del diputado Javo Villarreal, tiene un amplio curriculum sobre el tema y deben de correrlo de la gerencia comercial cuánto antes, ya que esto afectará las finanzas de esta empresa descentralizada.
Si no lo hacen, estaremos en el entendido que aquellos que lo pusieron ahí, lo hicieron para que fuera a saquear esta dependencia, así que trae licencia para robar y ahí ni cómo hacerle. Y como dijera AMLO: “No somos iguales”, no. Son peores o mejores, depende del cristal con que se mira.
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