martes, 7 de marzo de 2023

Estados Unidos pide justicia

El gobernador humanista, Américo Villarreal Anaya, desató el inicio de lo que puede convertirse en un conflicto con los Estados Unidos por la diferente estrategia de combatir a los cárteles de la droga, ya que los gringos lo hacen combatiéndolos con armamento y en México se les abraza y a muchos de los jóvenes que trabajan en estas organizaciones se les apoya con becas.

Y es que Villarreal Anaya durante el pasado fin de semana nunca informó lo que estaban haciendo para encontrar a los norteamericanos que habían sido secuestrados y lo hizo hasta después de que transcurrieron cuatro días (96 horas) cuando la crisis estaba subiendo de tono.

Y nunca soltó ningún comentario sobre el tema y hasta cambio los honores del lunes para el martes para evitar que los periodistas le preguntaran sobre el tema de Matamoros y Nuevo Laredo.

Así que el doctor cuando ya no pudo aguantar más la presión le habló al presidente Andrés Manuel López Obrador para informarle de manera atropellada lo que sabía y fue cuando dio a conocer en qué situación habían encontrado a los norteamericanos.

Esto de inmediato desató una serie de comentarios en los medios de comunicación de los Estados Unidos y publicaron que dos habían sido asesinados, uno estaba herido y el otro vivía, pero ambos serían revisados por médicos del sector salud para conocer en qué condiciones se encontraban.

Por lo pronto, John Kirby, vocero del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca dijo: la Administración de Biden prometió que se hará justicia en el caso Matamoros, donde dos ciudadanos estadounidenses perdieron la vida y en el que uno resultó herido y reiteró, que este tipo de ataques son inaceptables y “vamos a trabajar de cerca con el Gobierno de México para que se haga justicia en este caso”.

Sin duda que esto sí va a suceder, por lo que ahí iniciará el posible conflicto que se puede presentar entre México y los Estados Unidos, ya que uno apapacha a los integrantes del crimen organizado y el otro los combate.

Pero bueno, esperemos que todo salga bien, que ambas partes se pongan de acuerdo y si fue una confusión para el gobierno norteamericano es lo mismo, dos de los suyos perdieron la vida en un acto delictivo y eso es más que suficiente para exigir que se haga justicia.

Este es un tema que nos seguirá dando mucho de qué hablar y esperamos que Américo, el gobernador, ponga atención en el Caso Nuevo Laredo, ya que un grupo de soldados han seguido acosando a la familia del único sobreviviente de los cinco que fueron asesinados por integrantes del Ejército y los cuales ya están presos.

De tal manera que esperamos que ahora sí le ponga un poco más de interés a este asunto, porque se puede desbordar igual como sucedió con el Caso Matamoros que llegó a conocerse en todo el mundo, por su falta de interés en los temas que tienen que ver con la inseguridad de Tamaulipas.

Esperemos que Américo, el gobernador, tome conciencia y reflexione sobre lo que tiene que hacer y debe comprender que, así como le tocó que lo pusieran de gobernador, esto no sólo fue para que se sentara en la silla, si no para que resolviera de la mejor manera los retos y desafíos que el estado tiene y si no puede, como dijo el empresario Alejandro Martí, que renuncie, así de simple.

De salida. La diputada Úrsula Salazar confunde la ignorancia del gobernador Américo Villarreal Anaya para manejar una crisis de seguridad en la que se vio envuelto por su falta de atención e interés y la exigencia de la bancada panista por tener una mejor seguridad para todos.

Habremos de reconocer que el pasado gobierno nunca dejó que una crisis mediática de seguridad lo rebasara por la falta de interés o atención en el tema, de tal manera, que la percepción de seguridad que tuvo la ciudadanía durante el sexenio lo tuvo entre los diez estados con una mayor seguridad.

Y es que esto nunca le hubiera pasado a Francisco García Cabeza de Vaca, ya la seguridad siempre fue uno de los compromisos que siempre mantuvo con los tamaulipecos y lo cumplió con éxito.

Cuando Cabeza llegó al gobierno estatal, la gente, el pueblo, vivía aterrorizado por la delincuencia organizada y ni siquiera podía con tranquilidad transitar por ninguna carretera del estado porque era asaltado, pero eso no lo vivió Paty Salazar porque hasta ahora es cuando sale de Tampico.

En fin, la bancada de Morena saca estadísticas y porcentajes de asesinatos y desapariciones que se presentaron en Tamaulipas, pero se les olvida que, en este sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador, recortó los recursos que eran destinados para mejorar la seguridad en los estados y ahora se tiene el sexenio más violento de la historia de México con más de 143 mil asesinatos en lo que va de este 2023 y seguramente, para cuando finalice el sexenio se llegará a más de 150 mil muertes, gracias a la estrategia de Abrazos no Balazos. ¿Qué les parece?

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