La desaparición del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) es uno de los muchos fracasos que Andrés Manuel López Obrador tiene en su gobierno, pero lo peor del caso es que el doctor Américo Villarreal Anaya habiendo conocido la ineficiencia que tenía el INSABI, lo primero que hizo al llegar al gobierno de Tamaulipas fue adherirse a este fracasado modelo nacional de salud pública.
Y es que el doctor Villarreal Anaya siendo Senador de la República y un experimentado burócrata de la salud, tuvo que haber visualizado lo que iba a suceder, las líneas generales y sus objetivos estaban bien, pero la operatividad del INSABI siempre dejó mucho que pensar, pero hasta cierto punto lo entendemos, desde la Cámara Alta no podía hacer nada, sí contradecía la propuesta de AMLO, por supuesto que nunca lo hubiera designado candidato de MORENA para que fuera gobernador.
Sin duda que los más afectados serán los ciudadanos, El Pueblo y nunca serán los creadores del INSABI por lo que AMLO no les hará nada y hasta pudiera premiarlos por todo lo que hicieron para acabar con el Seguro Popular, que demostró al final de cuentas, ser un mejor modelo nacional de salud pública, ya que benefició siempre a millones de mexicanos que nunca han tenido una atención médica segura y eficiente.
¿Qué pasará ahora?
Por lo pronto, los mexicanos nunca tendrán un Sistema de Salud como el de Dinamarca y eso es mucho que decir, porque para iniciar un nuevo modelo de salud nacional a casi un año y medio de que termine el sexenio, se ve muy complicado y ahora AMLO echará mano del IMSS y se sabe que en 180 días el INSABI transferirá al IMSS-Bienestar recursos humanos, presupuestarios, financieros y materiales, así como los inmuebles, derechos y obligaciones, luego de que sea publicada la reforma que lo desaparece.
De los datos más escalofriantes que deja el INSABI aquí les presentamos tres:
Uno. Se retrocedió cuatro años en la esperanza de vida al nacer y nunca antes en toda la historia de nuestro México había sucedido.
Dos. El gasto de los mexicanos aumento el 40% en salud, ya que el servicio que prestaba el INSABI era deficiente y siempre, hasta el día de hoy, hubo desabastecimiento de medicinas.
Y tres: Tres mil niñas y niños fallecieron por no tener medicamentos para el cáncer.
Sin duda que esto algún día alguien lo tendrá que pagar, es decir, la justicia tendrá que aplicarse a los culpables y esperamos que esta le alcance a López Obrador por la destrucción del sistema de salud, que más bien que mal, funcionaba y daba atención a los mexicanos más pobres, pero hoy en el gobierno de MORENA, el gobierno de los pobres, ni eso hace. Ni más ni menos.
De salida. Si la justicia alcanza a quienes fueron creadores del INSABI, también debería llegarles a los legisladores –diputados y senadores- que aprobaron su creación y entre ellos al entonces senador Américo Villarreal Anaya y hoy gobernador de Tamaulipas.
Esperamos que esto no pase mucho tiempo, porque sí puso en riesgo la vida de los mexicanos, la de los tamaulipecos por supuesto que no le interesa. ¿Verdad?
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