lunes, 9 de noviembre de 2009

Bocanegra y Turrubiates en peligro


Con el cambio climático muchos gobiernos en el mundo han creado dependencias que organizan foros y encuentros donde se discuten y analizan las políticas públicas que seguirán para concientizar a los ciudadanos sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.


Pero también, los partidos políticos, las ONG´S, universidades y las organizaciones ambientalistas tienen con el cambio climático una bandera más de lucha, que les permite generar ideas, conceptos y proponer acciones para que la sociedad tome conciencia sobre este problema que a todos nos afecta.

En Tamaulipas el gobierno aplica el Programa Estatal de Acción al Cambio Climático (PEACC), a través de la Agencia Ambiental y tiene acciones directas en la costa del Golfo de México, en la Frontera Norte del estado y en las cuatro zonas metropolitanas de Nuevo Laredo; Reynosa-Río Bravo-Matamoros; Victoria y la de Altamira-Tampico-Madero. Además tiene convenios de colaboración con el sector educativo y los 43 municipios para promover una cultura del cuidado al medio ambiente lo cual es una excelente acción porque con esto cuidamos el futuro.

Sin embargo, esto no implica que las ciudades detengan su progreso, es decir, el cambio climático no espanta a nadie y los gobiernos siguen construyendo avenidas, libramientos, carreteras, fraccionamientos y espacios públicos diversos, que devastan nuestros bosques, selvas, exterminan poco a poco la fauna y contaminan lagunas, ríos y mares.

Esto lo comentamos porque en Tamaulipas las autoridades sí le dan importancia al problema de la acumulación de dióxido de carbono en la tropósfera, que es la capa de la atmósfera más próxima a la Tierra, donde se produce el llamado efecto invernadero o cambio climático, pero parece que esto lo hacen sólo para el discurso porque en la realidad no aplican el cuidado al medio ambiente.


Ahí tenemos la carretera Mante-Tula que será construida en plena Biosfera del Cielo y destruirá miles de hectáreas de bosque en perjuicio de la zona metropolitana del sur de Tamaulipas, porque ahí con la forestación se genera su ciclo hidrológico.

Pero además, todo lo que el nuevo aeropuerto de Tampico -innecesario por cierto- traerá al medio ambiente. Y qué decir de la construcción de 7 mil 500 viviendas junto a la Laguna de Champayán en Altamira, donde no existe la mínima infraestructura para el drenaje y la introducción del agua. ¿Cómo la ven?

En fin, el cambio climático es una excelente justificación para crear burocracia, hacer planes y programas de acción, foros, encuentros, coloquios que al final de cuentas no sirven de nada y es una incongruencia hablar que en el gobierno se hace mucho, cuando en realidad no se hace nada para evitar que el futuro nos alcance.

Para finalizar, El PRI de Ricardo Gamundi ya tiene dos problemas antes de que su partió inicie el proceso de selección de candidatos: uno en Río Bravo y el otro en Madero.

Y es que anticipadamente se dio a conocer que el diputado Raúl Bocanegra y el empresario panista Jaime Turrubiates serán candidatos de la alianza entre el Verde Ecologista y el PRI.

Así que a los aspirantes y a la militancia priista este rumor o trascendido les ha caído cómo “patada de mula” porque estos políticos son un par de oportunistas que sin hacer fila llegarán a la candidatura de la presidencia municipal.

Pero bueno, nos dicen que son amigos y socios del que manda en el estado y con eso basta para que de un momento a otro los hagan candidatos, aunque ahora falta ver cómo los operadores de Gamundi le harán para ganar estos dos municipios porque los militantes andan muy calientes.

¿Cómo la ven? ¿Podrá el Negro calmar los ánimos de los alebrestados? Ya lo veremos. Por lo pronto, esto nos dará mucho de que hablar, ya que las fuerzas políticas en estos dos municipios se están uniendo en contra de la posible candidatura de Bocanegra y Turrubiates y por ello se encuentra en peligro de perderla. ¿Será?

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