Si el gobierno de Tamaulipas pretende que las elecciones de 2010 sean limpias y transparentes tiene que promover -de acuerdo con la ley- el cambio de todos los consejeros electorales.
Y es que su presencia en el Instituto Estatal Electoral (IEETAM), genera mucha desconfianza y sospecha porque sus acciones han estado muy ligadas a los deseos del PRI y el gobierno.
Así que esto, al que será el próximo gobernador, no le conviene que suceda porque su triunfo electoral puede quedar en duda ya que el árbitro ha sido muy cuestionado.
Por su puesto que la última palabra la tiene el gobierno y esperamos que en esta ocasión actúen con inteligencia.
Si quieren seguir dominando al estado tienen que armar bien el circo de la democracia porque ya nadie les cree.
Tienen compradas todas las concesiones de los partidos para poner candidatos comodos y que los priistas ganen sin dificultad.
Ya es tiempo que haga bien las cosas... aunque tengan dominado todo el panorama. ¿Cómo la ven?
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