Santa Engracia y los naranjeros

Cuando una sociedad es agraviada por los actos que hace o deja de hacer la autoridad, el principio básico de la convivencia social, que es el respeto por la ley, se empieza a fracturar.


Es cuando la tolerancia, el diálogo y el consenso desaparecen del escenario y la armonía que debe existir entre el gobierno y los ciudadanos comienza a deteriorarse, y esto, normalmente, desemboca en actos de protesta y luego en violencia.

Esto mismo es lo que ocurre en Santa Engracia, cuando la semana pasada algunos ejidatarios quisieron hacer justicia por su propia mano al acudir a la delegación de seguridad pública para linchar a 9 policías que, al parecer, protegían al agente que había asesinado a uno de los suyos.

Sin embargo, la autoridad procedió de inmediato y no pasó nada. Pero después, el Director de Gobierno, Pedro Argüelles, expresó con mucho conocimiento del caso que el problema se había presentado porque “hay un descontrol por la concentración masiva de personas de otros lugares que llegan al corte de la naranja”.

Y luego, dijo que “la mayoría viene de trabajar en las huertas, salen cansados, se toman unas cervezas y ahí es donde se genera el problema”. Esto nos dejó completamente estupefactos, incrédulos y atónitos.

Y es que la mera verdad, lo que dijo es una atrocidad, ya que los cortadores de naranja no tienen nada qué ver con el intento de linchamiento, y sería oportuno que en la General de Gobierno le hagan -con urgencia- un antidoping porque imagínese usted, cómo estarán los reportes que le lleva al gobernador.

¡Qué bárbaro! Ahora si que Argüelles se salió del huacal y a lo mejor es bueno que también lo lleven con un psiquiatra, porque anda fuera de la realidad. ¿O no?

Pero bueno, los pobladores de Santa Engracia siguen protestando y ahora lo hacen contra la Secretaria de Educación de Tamaulipas y la Sección 30 del SNTE.

Y es que más de 400 padres de familia quieren destituir a Marco Antonio Saldaña y Rosendo Gatica, director y subdirector respectivamente de la Escuela Secundaria Técnica Número 24, del ejido San José de Santa Engracia, ya que aseguran que estos dos profesores se embolsan los recursos de las inscripciones, y obligan a los alumnos a vender boletos de rifas, de tal manera que son castigados si no lo hacen.

En fin, urge que el gobierno estatal reinicie el diálogo con los ciudadanos de Santa Engracia y les cumpla los compromisos establecidos, porque al alcalde Marcos Leal ya no le tienen confianza dado que es nefasto, frívolo y muy irresponsable.

Además, es importante que se envíe a un funcionario estatal más serio y que tenga más sensibilidad que el director de Gobierno Pedro Argüelles, para que tome las riendas del caso Santa Engracia.

Si no lo hacen esto se va a desbordar, y es posible que se presenten algunos hechos lamentables, que desde luego empañarían el espectacular Quinto Informe de Gobierno que se está preparando, y eso, definitivamente no se puede permitir porque quedaríamos muy mal ante la nación y los invitados de lujo que vendrán. ¿Verdad que sí?

Cambiando de tema. El senador José Julián Sacramento rinde un informe de actividades este sábado 21 de noviembre en el Espacio Cultural Metropolitano de Tampico, en la zona sur de Tamaulipas.

Se espera que acudan todos los panistas que apoyan su candidatura al gobierno estatal, y de seguro que lo harán también los delegados federales, algunos senadores y diputados de su partido. Ya les comentaremos algunos pormenores de este evento.

Para finalizar, de Río Bravo nos informan que Teodoro Escalón Martínez anda buscando ser el candidato del PAN a la alcaldía. Sin embargo, su adversario Bernardo Gómez Guajardo, quien es apoyado por García Cabeza de Vaca, parece que le va a ganar. Por lo pronto, su lema de campaña es… ¡Guajardo Sí!... y esto, como usted lo sabe tiene mucho que ver... ¿Qué les parece?

Antes de irnos, les comentamos que Olga Sosa tomó posesión como directora del Instituto de la Mujer en Tampico y sabemos que tendrá una exitosa gestión porque es una mujer inteligente, capaz y con visión de futuro. Así de simple.