Hace unos días, Rubén Moreira Valdez, el hermano de Humberto el dirigente del PRI nacional, estuvo en San Cristóbal, Guanajuato en el Centro Fox en el Seminario de Desarrollo y Gestión de Gobiernos Exitosos, y con ello se comprueba que la política en México ha perdido por completo la brújula ideológica y se ha vuelto una actividad mercantilista.
Y es que de nada sirve que los partidos políticos presenten ante el IFE sus plataformas ideológicas si en los hechos defienden las mismas ideas. Son una especie de sociedades anónimas, que no son tan anónimas, porque utilizan al PRI, al PAN y al PRD para adueñarse del poder y hacer con los gobiernos lo que les venga en gana.
Ahora se entiende porqué la mayoría de los gobernantes y políticos transitan por un camino diferente al de los ciudadanos. Así que sus triunfos o derrotas electorales forman parte de una farsa bien organizada, con la que pretenden engañarnos pero en realidad son lo mismo.
Por ello, cada vez que alguien promueve que las candidaturas ciudadanas sean aprobadas por el Congreso, de inmediato lanzan a sus portavoces ya bien aleccionados para que saquen mil pretextos para que no sean aceptadas cuando en realidad esto revaloraría la democracia mexicana.
Si. Le tienen miedo a la democracia porque hasta en la selección de candidatos para cualquier cargo de elección popular, dentro de sus partidos, lo hacen por “unidad”, y este muy sui generis concepto de elección lo único que fortalece es a las cúpulas del poder partidista, o mejor dicho, a los consejos de administración que los dirigen. Así de simple.
Hoy en México la política está degradada. Ellos, los políticos de todos los partidos, con sus actos lo han logrado y en el futuro será muy difícil que los ciudadanos vuelvan a creerles porque ya les son indiferentes. Así lo demuestran los resultados electorales de la última década y los que gobiernan lo hacen solamente con la mayoría de la gran minoría de mexicanos que vota en todo el país.
En fin, algunos analistas políticos dicen que Rubén Moreira Valdez, el hermano de Humberto el dirigente del PRI nacional, acudió por segunda ocasión a este centro de educación política de la derecha internacional, solo como parte de una estrategia que busca el apoyo de Chente Fox, para que le ayude con los panistas de Coahuila en su proyecto por llegar al gobierno estatal.
Si esto es verdad o mentira seguramente a Luis Donaldo Colosio Murrieta no le hubiera gustado mucho el proceder del priista coahuilense, porque en su reunión ante los liberales de México el 20 de marzo de 1994, tres días antes de que lo asesinara expresó: “Lo que los mexicanos rechazan es que alguien quiera una democracia a su medida. Nuestra democracia debe responder a la aspiración de todos los mexicanos; y no habrá de quedar atrapada en ambiciones e intereses particulares”. Ni más ni menos.
Para finalizar, Enrique Cárdenas del Avellano, aspirante a la candidatura del PRI al Senado de la República, afirma que la deuda dejada por la pandilla, perdón, el grupo de Geño Hernández Flores al gobierno de Tamaulipas, fue de 14 mil millones de pesos. Sin embargo, sería mejor si nos dice cuál es su fuente porque este
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