Con justa razón el alcalde de Reynosa Everardo Villarreal Salinas está demandando que el gobierno federal apoye a los municipios fronterizos para que puedan atender a los migrantes mexicanos, guatemaltecos, hondureños y de otros países de Centroamérica, que son expulsados de los Estados Unidos, debido a que su situación en aquél país es irregular.
Lo que pretende es que el gobierno de Calderón a través de la Secretaría de Gobernación y de Relaciones Exteriores, diseñe una estrategia con la que se puedan obtener recursos extraordinarios, para que los municipios no gasten el presupuesto que tienen asignado para otros fines.
Y es que el alcalde Everardo Villarreal asegura que su administración cuenta con tan sólo tres millones y medio de pesos para atenderlos, pero mínimo necesitan un poco más de 15 millones porque muchos de ellos deciden quedarse a vivir en la ciudad, y esto les genera muchos gastos.
El asunto es que los Estados Unidos de alguna manera también pudieran colaborar con ciertos recursos para atender a los migrantes que expulsan, ya que ellos muy tranquilamente se quitan un problema de encima, pero esto a los fronterizos les genera otros, como son los de seguridad, vivienda, educación, etc.
En fin, esperamos que esta justa demanda tenga eco en los ámbitos nacionales y con las autoridades de los Estados Unidos porque acá, en la zona fronteriza la expulsión de los migrantes desequilibra las finanzas públicas municipales pero no hay de otra, se les tiene que atender. Ni más ni menos.
Cambiando de tema. Hace poco más de un mes, Juan Miguel Alcántara, Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, al comparecer en el Senado de la República acusó a los secretarios de Finanzas de los estados de jinetear los recursos que el Gobierno Federal les brinda para modernizar las policías, y aseguró que los recursos asignados por el Fondo de Aportaciones a la Seguridad Pública, los meten a los bancos buscando generar rendimientos en lugar de ejercerlos en tiempo y forma.
Esto lo comentamos porque el gobernador Egidio Torre Cantú, al instalar formalmente el Consejo Estatal de Seguridad Pública, este lunes pasado, anunció que la inversión -federal y estatal- para este rubro en el ejercicio del 2011 será de 726 millones de pesos y como están las cosas en el estado, no sabemos si esa cantidad de recursos realmente es mucha o poca para tratar de mejorar los cuerpos policiacos en el estado y los municipios, pero lo que sí sabemos, es que se lo tienen que gastar.
Y es que en el pasado sexenio el subejercicio del 2010 que se tuvo este rubro fue de un poco más del 40 por ciento, y esto es algo inconcebible dada la situación que viven las policías del estado, pero ni modo, así mascaba la iguana, y nadie, nunca pudo hacer algo para evitar que esto sucediera.
Por lo pronto, es importante que alguien del gobierno de Tamaulipas esté muy pendiente de que estos recursos se ejerzan en tiempo y forma, y se utilicen para lo que fueron asignados y ya no se metan al banco. Así de simple.
Para finalizar, si es cierto que el diputado Toño Martínez Torres aseguró que en su agenda de trabajo de este año el Congreso privilegiará la transparencia, rendición de cuentas de los gobernantes y servidores públicos, así como la participación ciudadana más allá de los procesos electorales, pues debería de promover -para empezar a creerle- que se revisen nuevamente las cuentas públicas de los pasados gobiernos municipales de Tampico, Madero, Altamira, Victoria, Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo, entre otros más, y que se investigue a fondo en qué fueron utilizados los créditos que solicitaron. ¿Cómo la ven? ¿Se podrá?... ya lo veremos.
Antes de irnos, la diputada Griselda Carrillo ha sido nombrada delegada del PRI en Tampico y esperamos que el diputado Javier “El Berrinches” Gil Ortiz no vaya a influir en las decisiones que tome, por aquello de que forma parte de su equipo político, y es que al final de cuentas él fue quien sugirió que Oscar Pérez Inguanzo fuera alcalde en el puerto y miren qué bien salió su recomendación porque dejó al gobierno municipal, sin recursos, endeudado y en manos de los panistas que supuestamente eran sus adversarios.
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