lunes, 13 de junio de 2016

La represalia priista

Cuando leímos que más de siete mil trabajadores de confianza de 18 gobiernos municipales priistas, de los 26 que ganó el PAN, serían dados de baja esta semana, de inmediato pensamos que esta medida administrativa tenía dos respuestas:

Primera. Que lo hacen para salvar la prestación de servicios primarios, como la recolección de basura, el alumbrado público y el mantenimiento de las calles, y fue necesario que las autoridades municipales tomaran esta medida ante la debilidad financiera que tienen.

Segunda. Que la cúpula del PRI en el estado tomó esta drástica medida para castigar a sus militantes, por haber sido derrotados por las huestes del PAN y si esto resulta verdad, pues sería algo muy injusto.

Creemos que si esta medida es una represalia, desde luego que esta medida no les ayudará en nada a los priistas y mucho menos, les aliviará el terrible dolor que provoca la derrota, por ello les sugerimos que mejor se pongan un poco de pomada de La Campana, porque esto les alivianará más el sufrimiento, que el hecho de correr a sus militantes de los gobiernos municipales.

De tal manera, que si ya tomaron la decisión y la llevarán adelante, les sugerimos que tengan mucho cuidado a la hora de correr a estos siete mil trabajadores, ya que si la derrota que sufrió el PRI es el pretexto para realizar esta limpia en la burocracia municipal, pues esta misma podría darles muchos dolores de cabeza.

Y es que hay trabajadores de confianza en los municipios, por su estatus laboral, conocen muy bien donde están las fugas que provoca la corrupción y lo más grave, es que conocen muy bien quiénes son las personas que las provocan y en cuanto los despidan, podrían dar a conocer sus nombres y dónde se encuentran los recursos que se obtiene de esas “ganancias”.

Por otra parte, es importante aclarar que los priistas que laboran en los municipios no fueron los culpables de la derrota, sino las malas decisiones que sus dirigentes tomaron cuando eligieron a los candidatos, a sus operadores en la elección y sabemos que los culpables se encuentran en la cúpula del PRI, muy cerca del que fue el candidato y no fueron los empleados municipales.

Es por esta razón que alguien del PRI estatal debe salir a comentar sobre el tema, porque ronda la idea que los alcaldes y sus cabildos la tomaron como una represalia y no como una medida administrativa, porque si hubiera ganado el PRI en el estado ¿acaso hubiera sucedido lo mismo?

Para finalizar, de Altamira nos informan que un grupo de priistas empanizados que apoyó a la esposa de Juvenal Hernández Llanos, se presentó la semana pasada en las oficinas del gobierno municipal de Altamira y de manera prepotente y grosera amedrentaron a los trabajadores que estaban laborando, como si fueran viles delincuentes.

Nos comentan que abrieron escritorios y las oficinas municipales de La Retama y la presidencia que se encontraban cerradas.

Por supuesto, que el presidente municipal, Armando López Flores, no denunciará estos graves
hechos, es un monigote Juvenal y todos saben que ni con el pensamiento lo traicionaría, porque le tiene terror.

Cabe comentar que estos hechos ya se conocen en la Ciudad de México y muy pronto llegarán a investigarlo y este asunto podría trascender por los abusos cometidos por estos supuestos panistas.

El caso es que el gobernador electo, Francisco García Cabeza de Vaca, debe poner orden en sus filas, porque prometió reestablecer el Estado de Derecho y sería bueno que empiece ordenando a los que lo apoyaron. ¿Cómo la ven?

Para finalizar, nos enteramos que la presidenta municipal electa de Reynosa, Maki Ortiz, anda en la ciudad de México arreglando algunos asuntos legislativos que dejó pendientes y aprovechará su estancia en aquella ciudada para gestionar recursos y continuar con la gran obra de infraestructura municipal que Pepe Elías Leal sigue realizando.

Maki es uno de los valores que el PAN de Tamaulipas tiene y seguramente hará un papel destacado al frente de la comuna reynosense.

Por cierto, muchos priistas todavía se preguntan cómo le hizo Maki para ganar y esto sin duda tiene un trasfondo político, ya que le faltaron el respeto a uno de los aspirantes del PRI a quien no dejaron llegar y cómo todo se paga en la vida, pues ahí tienen los resultados. Ni más ni menos.

Al cierre. Si el gobernador electo, Francisco García Cabeza de Vaca, resultó como el panista más votado de todos los que compitieron en un estado, esto lo convierte en un aspirante natural a la candidatura a la presidencia de la República y pudiera tener muchas posibilidades de ganarla.

Ojalá que esto no se lo crea, para que no agarre otros vientos que lo llevan lejos del estado y al final no cumpla sus compromisos de campaña. Así de simple.

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