Segundo. Aplicar un estricto apego a la ley.
Y tercero. Restablecer el Estado de Derecho, perdido por el debilitamiento de las autoridades e instituciones locales.
Comentó que su gobierno apoya a esta entidad porque se encontraba “asolada por el crimen organizado y la presencia de bandas dedicadas a actividades ilegales e ilícitas, y tenían a la sociedad en un clima de miedo y zozobra”.
Por ello, reconoció la entereza de los michoacanos para superar las dificultades, y señaló que la lucha iniciada no se limita a ir contra la inseguridad, sino también aplicando acciones de desarrollo social que son complementarias, “como los estímulos para la inversión productiva, la generación de entornos favorables y hasta a la creación de empleos”.
Dijo que las instituciones del Estado ya se encuentran trabajando, que los avances de la estrategia federal para la recuperación de Michoacán tendrán una revisión periódica, y esto le dará a la población oportunidades de desarrollo personal y colectivo.
La decisión del presidente Enrique Peña Nieto de intervenir en Michoacán ha sido bien recibida por sus habitantes, por la mayoría de los mexicanos, quienes ahora ven que el gobierno federal le está dando a ese estado mejores condiciones para vivir.
Y como lo ha dicho el mandatario federal: “El gobierno de la República ha comprometido, y yo personalmente he hecho el ofrecimiento de darle nuevamente a Michoacán seguridad y tranquilidad, cueste lo que cueste y no importando lo que tengamos que hacer para hacer valer y respetar el Estado de derecho”.
En Tamaulipas, el gobernador Egidio Torre Cantú ha dicho que no es necesario un Comisionado en
Por esto, el mandatario Torre Cantú ha señalado: “nada detiene a Tamaulipas en su avance por la ruta del progreso, el avance hacia la ruta de la prosperidad en la construcción del Tamaulipas que todos queremos”.
Hemos querido comentar lo que el presidente Enrique Peña Nieto expresó en Michoacán, porque lo sucedido allá es muy parecido a lo que acontece acá por estos rumbos, y los tres ejes que aplicó el gobierno federal en aquel estado es lo que se necesita operar en Tamaulipas, aunque en el discurso oficial parezca que no es así.
En fin, nuestras autoridades ya no pueden evadir con facilidad lo que sucede. Los hechos son más que evidentes y todos los días, a todas horas y en todo momento, se ven rebasados por las historias que escriben con sus vidas los tamaulipecos en el norte, centro y sur del estado.
La pregunta sería:
¿Hasta cuándo tendrán el valor y la humildad para pedirle al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, que les venga a ayudar?
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