Sin embargo, se creía que esto era una campaña promovida por quienes no quieren que haya un cambio real en el deporte de Tamaulipas, pero esto no es así, ya quedó comprobado que Fernández Altamirano desconoce cómo se maneja la administración pública y su ignorancia provoca el desorden.
Esto se refleja en la lucha que traen los directores de este instituto por controlar los programas que manejan más recursos, becas y apoyos para los deportistas y con esto lo único que buscan es tener el control de los recursos para decidir a quién favorecer.
El caso es que este desorden administrativo es provocado por ambición de los nuevos funcionarios que llegaron y están provocando con su comportamiento una imagen negativa, porque no conocen el manejo de la administración pública, no tienen experiencia en el sector gubernamental y mucho menos, sensibilidad para interpretar lo que el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca busca lograr con el deporte.
Por cierto, aunado a todo esto, Carlos Fernández no le gusta atender a nadie, porque comenta que todos les van a pedir algo y cuando los deportistas, sus padres, entrenadores o promotores logran una cita, se tarda, entre dos o tres semanas para atenderlos y los trae nada más dando vueltas.
Nos dicen que a Carlos Fernández Altamirano lo que más le gusta de su cargo público es coquetear
con las deportistas o sus entrenadoras y esto pudiera provocarle una denuncia ante las autoridades por acoso, pero ese es otro tema que luego abordaremos con más detalles.
Por lo pronto, es necesario que alguien con suficiente peso dentro del gobierno estatal le llame la atención a este funcionario y le dé a conocer que en el manejo de los recursos púbicos y al ejercer el mando de una dependencia, lo principal que debe existir es orden, disciplina, honestidad, un buen comportamiento y mucha transparencia.
Esperamos que pronto lo hagan, y claro que le expliquen también que es muy penado hacer negocios particulares aprovechando su posición dentro del gobierno estatal, que lo puede perder y aunque su Tío Arturo Elizondo lo haya recomendado y si esta situación se llegará a presentar, ni él mismo lo podrá salvar. Así de simple.
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