Ilusionarnos que Trump no enviará a la mayoría de los mexicanos ilegales que viven y trabajan en los Estados Unidos o que creer que el actual gobierno estatal pondrá en la cárcel a todos los corruptos funcionarios del pasado régimen.
Les comentamos esto, porque cuando leímos que Maki Ortiz Domínguez, presidenta municipal de Reynosa, había declarado que este municipio había perdido “su tranquilidad” por el operativo que aplicaron las fuerzas federales contra la delincuencia organizada, nos quedamos totalmente fríos y perplejos, porque ahora sabemos que la alcaldesa ha perdido por completo la razón y su contacto con un mundo irreal se hace evidente.
No sabe lo que pasa en este municipio y esto es muy grave para el ejercicio de gobierno, porque si no conoce, ni percibe lo que pasa en su entorno, poco puede hacer para que se mejoren las condiciones de la ciudad y la vida de los reynosenses.
Pero bueno, no sabemos que está esperando el Congreso de Tamaulipas para iniciar el proceso que la desconoce como presidenta municipal, porque ha perdido por completo la razón y es necesario que en su lugar se nombre a una Junta de Administración Civil, que inicie un gobierno coherente, apegado a la realidad y con gente que al menos demuestre que está en sus cabales.
Y es que todo indica que Maki no vive en esta realidad, vive en un mundo de fantasía, donde la violencia no existe y gobierna desde un castillo donde todo se ve muy bonito, color de rosa y sin problemas.
Por ello, es urgente que el Congreso del estado analice su conducta, lo que ha dicho y le hagan de inmediato un examen psiquiátrico, físico y de conocimientos y de ser posible le den atención médica, porque si la dejan que continúe en esa posición, los reynosenses son los que más van a sufrir.
Ojalá que pronto lo hagan, es un caso de emergencia y principalmente de gobernabilidad, para poder rescatar lo que aún queda del principal motor del desarrollo de Tamaulipas. Ni más ni menos.
Para finalizar, el secretario de Desarrollo Rural, Gonzalo Alemán Migliolo, llamó a denunciar los actos de corrupción de empleados que les pidan “moche” por realizarles algún procedimiento y dijo que:
“Todo el trámite es gratuito, las reglas de operación son muy claras, que denuncien a todos los
funcionarios corruptos que puedan existir en los Caders y que les estén pidiendo moche”.
Es importante comentar que los Centros de Apoyo al Desarrollo Rural (CADER) dependen de la propia Secretaria de Desarrollo Rural o de la Sagarpa, por lo que se comprometió a dar seguimiento a todas las denuncias que evidencien malas prácticas por parte del encargado o empleados de estas dependencias.
Y bueno, ya que hablamos de corrupción, vaya que Gustavo Torres Salinas se encuentra en la mira de la Auditoria Superior de la Federación y creemos que será muy difícil que se salve.
Así que lo mejor es que empiece a vomitar lo que se comió, si es que no quiere pagar los platos rotos que dejaron muchos funcionarios egidistas, ya ven que a veces los políticos creen que al meter a uno a la cárcel con eso es suficiente para entretener a la gente y los demás se salvan.
Apunte final. Ahora resulta que el diputado Joaquín Hernández Correa no le gusta que lo toquen “ni con el pétalo de una rosa”, porque de inmediato empieza a ver moros con tranchete.
Quiere que lo dejen en paz, que nadie le diga nada, porque si no le va a decir al secretario General de Gobierno, para que le quiten de encima a quienes lo critican por su mediocre labor legislativa.
No cabe duda que al diputadillo maderense le queda aquello de que mientras más grande más llorón, porque ya debió haber aprendido que en la política, el que se ríe se lleva y parece que aún no lo ha hecho, ni lo hará.
Aquí se confirma aquello de que “chango viejo no aprende maroma nueva” y que mal se ve Joaco quejándose de los ataques, señalamientos y críticas que le hacen y hasta parece nuevo.
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