El sobrino del gobernador ofendido por la ola de protestas y manifestaciones asegura que estos partidos debería de ayudar y “se equivocan porque no es un tema del PRI ni de Tamaulipas, es un tema de Guerrero”.
¡Qué bárbaro!
No sabe lo que dice, aunque debemos reconocer que tiene razón cuando asegura que el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa “no es del PRI ni de Tamaulipas”, claro, es un caso de todo el mundo, porque la comunidad mundial tiene mucho interés en que se esclarezca.
Sin duda que Morris está confundido y deseamos que la ceguera temporal por la que pasa su pensamiento sólo sea transitoria, porque esa evidente insensatez no lo llevará a ningún lado en la política, en la vida y con sus semejantes.
Es importante que Morris antes de hablar ante los medios de comunicación, revise muy bien lo que va a decir, porque es cierto que el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, no es culpable por lo que les sucedió a los normalistas.
Pero sí es culpable de mantener en el gabinete a funcionarios que no le ayudan a gobernar el país, como sucede en Tamaulipas, y son ellos, quienes lo han puesto en esta encrucijada que lo está obligando a tomar medidas extremas y a veces, hasta ridículas y grotescas.
En fin, sí para antes del 7 de junio del 2015 no se presentan rastros o evidencias de donde están o estuvieron los 43 normalistas de Ayotzinapa, este caso no afectará al PRI pero sí afectará a las elecciones, a las instituciones, al país y a la democracia.
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