El cinismo de Geño Hernández no tiene límites y esto es algo normal en quiénes hacen las cosas y luego no se acuerdan, pero miles de tamaulipecos tienen muy claro y saben que dejó endeudado al estado, que fue quien nos dejó con los más altos niveles de inseguridad y con un futuro incierto, a pesar de los grandes esfuerzos que Torre Cantú hace para que Tamaulipas no se vaya a pique.
Su presencia empaña este IV Informe de Gobierno, deshonra a los tamaulipecos y lo mancha por las sospechas que la DEA tiene en su contra y esperamos que el presidente de la República, Enrique Peña Nieto y el dirigente del PRI nacional César Camacho Quiroz, tomen cartas en este asunto y no le permitan seguir moviéndose por el estado, porque pone en peligro el proyecto del gobierno de la República de acabar con los políticos y gobernantes que tienen sospechas de colaborar con la delincuencia organizada.
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