Esto es lo que asegura la mayoría de las empresas que se dedican a realizar encuestas y comentan, que en el peor de los casos el tricolor podría obtener un marcador de 5 a 3; más creíble es el de 6 a 2 que también plantean pero no el más optimista que pudiera ser el de 7 a 1, lo que sucede es que están conscientes que los electores tendrán la última palabra, ya que estos son los marcadores que les indica el último ejercicio de la semana pasada.
Y lo que sucede es que no pueden asegurar el triunfo del PRI con certeza, porque el porcentaje de indecisos o de electores que votarán por primera vez, es tan alto en 7 de los 8 distritos, que sería muy difícil asegurar el triunfo para el PRI en todo el estado.
Claro, que estos comentarios están muy al margen de lo que opina Antonio “Capulina” Martínez Torres y Oscar Almaraz Smer, quienes en reunión de gabinete plantearon un escenario más crítico, ya que daban como ganado solo a uno de los ocho distritos y no sabemos si esto lo hicieron para sacar más recursos, para la operación electoral, aunque luego nos enteraremos si esto fue así y si estos recursos llegaron a donde tenía llegar.
Sin embargo, se tiene muy claro que en el peor escenario con lluvia, viento, sin lluvia o con mucho sol, el PRI volverá a confirma la supremacía política que tiene en estado, y esto no es más que por una razón: Tamaulipas es priista.
Así que el mediocre desempeño que tiene la economía nacional; el alza del dólar a 16 pesos; la falta de resultados inmediatos de las reformas estructurales; los escándalos de corrupción que salpicaron al presidente Enrique Peña Nieto y a su familia, así como a los miembros de su gabinete como Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong, no le afectarán para nada al PRI quien mostrará una vez más en esta elección federal, el control político que tiene no tan sólo en Tamaulipas sino en todo el país. Ni más ni menos.
Para finalizar, el alcalde de Tampico, Gustavo Torres Salinas, espera que la votación del domingo se realice de manera tranquila y sin alteraciones de ningún tipo.
Pues sí, esto es lo ideal, porque si hay algunas turbulencias en las elecciones no habrá quien resguarde el proceso, ya que el gobierno federal de la noche a la mañana se llevó a 300 elementos de la Gendarmería Nacional, que estaban asignados al sur de Tamaulipas y nadie se explica cuál fue la razón.
Aunque “dicen” que los trasladaron a otros puntos del país donde hay peligro de que se presenten disturbios. Qué bien. Ahora solo habrá que encomendarse al “Todo Poderoso” para cuide la zona conurbada del sur de Tamaulipas.
Con esto nos damos cuenta que al gobierno de Enrique Peña Nieto no le importa mucho lo que suceda en el estado, pero ya lo sabíamos y esto lo comprueba. ¿O no?
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