La celebración del Bicentenario del 1er Congreso Constituyente de Tamaulipas que debió ser una fiesta del pueblo, se convirtió en una fiesta fifí del gobernador a la que solo asistieron solo sus familiares, amigos, colaboradores y la selecta clase política de MORENA y otros partidos.
Hubo elocuentes discursos, elogios a los héroes de la patria, doctas explicaciones históricas sobre este hecho, reconocimiento a los padillenses y luego, celebración con cena, vinos, música y hasta juegos pirotécnicos.
¿Y el Pueblo? no más viendo… y se pregunta: ¿Cuál austeridad?
No hay para pagarle a los sorgueros, comprar medicinas, combatir el dengue, bachear las ciudades y atender a los niños con cáncer, pero sí para despilfarrar en fiestas frívolas, camionetas de lujo y estudios de proyectos que luego de nada sirven.
Si esa es la continuidad de la 4T más bien parece la continuidad del neoliberalismo en Tamaulipas, porque en práctica nada ha cambiado, todo sigue igual, la corrupción a todo lo que da y hasta se mantienen los privilegios de los funcionarios públicos.
Pero bueno, dicen que esa es la transformación. Vaya usted a saber cómo la entiendan y por lo que vemos, seguirán así…
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