Pero también, este acto político y formal es aprovechado por los gobernadores para dar un mensaje a los ciudadanos y no es criticable que lo hagan. Sin embargo, con el tiempo y de acuerdo a la personalidad de cada uno de ellos, este evento se ha convertido en un acto frívolo, costoso y de culto a su persona. Y sería importante que su formato fuera modificado porque el escenario de crisis económica que vivimos, se contrapone con este tipo de eventos suntuosos y sería mejor que ese dinero se utilizará para hacer más obras y acciones o que se aplicara para difundir -en todos los medios- lo realizado en el año.
En México este tipo de eventos políticos -poco a poco- se han ido modificando gracias a la transición democrática que vivimos. Por ejemplo, ahora el presidente de la República entrega solamente un informe al Congreso de la Unión y luego, por televisión da un mensaje y esto es una muestra de lo que se tiene que realizar en los estados.
En fin, para este IV Informe de Gobierno ya sabemos -aunque nos parece una exageración- que 500 policías estarán para cuidar el orden. Que habrá diez mil invitados y muchos de ellos recibirán sus gastos por parte del gobierno para pagar su traslado, hotel y comidas. ¿Qué les parece? Así que… ¿Cuál austeridad? ¡Qué bárbaros!
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