
Y es que en la realidad, al Poder Judicial de Tamaulipas se han incorporado los fenómenos del amiguismo y el compadrazgo, los cuales son cómplices de la ineficiencia y la corrupción, y con una Judicatura esto se desterraría, porque sus actividades estarían en constante supervisión y vigilia y no tendrían chance de seguir haciendo de las suyas.

En fin, si algún día en el Congreso de Tamaulipas se deciden a crear la Judicatura Estatal es importante que sea integrada con profesionales y estudiosos del derecho, que tengan experiencia, conocimiento y algunos rasgos de honestidad. Que sean elegidos de una terna que hayan propuesto los colegios, barras de abogados y las escuelas de derecho para darle voz a los que aún no la tienen en la toma de decisiones legislativas y gubernamentales.
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