Las bandas de jóvenes motociclistas que en los Estados Unidos surgieron a finales de los años 50’´s y principios de los 60’s, fueron catalogados por la sociedad norteamericana cómo jóvenes rebeldes que buscaban romper la rigidez de las reglas familiares, para convertirse en vagos malvivientes, drogadictos, alcohólicos y ladrones.
Se caracterizaron por vestir de cuero y mezclilla y recorrían a toda velocidad las carreteras, pueblos y ciudades de ese país. Eran sinónimo de violencia y la ley del más fuerte imperaba en esas bandas y la televisión y el cine nos fortalecieron esta imagen.
En México, los hijos de papi y los juniors -de esta época- los idealizaron porque al pertenecer a estas bandas podían fácilmente tener sin límites sexo, droga y rock and roll, así que adoptaron su forma de ser pero lo hicieron a lo fresa, de manera ligth y la violencia y los asaltos que los motociclistas norteamericanos utilizaban para obtener sus alimentos y “aditivos” no fueron aplicados aquí porque los juniors tenían suficiente dinero para solventar sus gustos y placeres.
Pero bueno, ahora el gobierno de Tamaulipas le quiere dar a la práctica del motociclismo una distinta difusión y se ha convertido en una actividad gubernamental. Dicen que promueve el turismo y las buenas relaciones con Texas, pero esto más bien nos parece una justificación que trata de evitar el cuestionamiento sobre una actividad frívola, costosa y sin beneficio colectivo.
En fin, nos dicen que el Moto Rally Fronterizo Tamaulipas 2008 partió de Nuevo Laredo a Reynosa y llegó hasta Matamoros. Que son tres de las cinco ciudades del país que más turismo reciben y esto no es cierto. ¿A quién tratan de engañar? ¿Acaso ahora los motociclistas tamaulipecos utilizan la mentira para esconder la realidad de los hechos? ¡Qué barbaros!
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