En este momento los partidos políticos y sus candidatos antes de iniciar oficialmente las campañas están afinando su trabajo con la militancia, las organizaciones y las redes ciudadanas que los apoyarán.
Pero en algunos casos, se vuelve necesario, si no es que urgente, realizar cambios porque a los dirigentes los rebasaban las circunstancias y es importante hacerlo para que no cometan errores de estrategia.
Por ello, si en los próximos días el PRI, PAN o PRD realizan cambios en sus directivas, esto querrá decir que lo hacen para fortalecer a sus candidatos y en el caso del tricolor en Altamira, Madero y Tampico esta situación es casi una obligación hacerlo.
Ya que los dirigentes Gorgonio Carreón Saláis, Jaime Yenny Bringas y Eduardo Hernández Chavarría andan con las pilas bajas o metidos en medio de conflictos.
Por ejemplo, en el caso de Altamira, el mentado Gorgonio al estar la dirigencia del PRI lo desune ya que responde al llamado del diputado Javier Gil Ortiz, quien busca manejar a Pedro Carrillo a control remoto con el apoyo de su gente.
En el caso de Madero, Jaime Yenny Bringas, desde hace tiempo que anda a medios gas y esta falta de ánimo ha permitido que el diputado Lupe González Galván controle al partido a su antojo.
Y en el caso de Tampico, se sabe que Eduardo Hernández Chavarría al asumir la suplencia de la diputación de Miguel Manzur Nader en el Congreso tendrá comisiones legislativas de importancia y no tendrá tiempo de atender las labores partidistas así que esto le perjudica al priismo porteño y es necesario su cambio.
Pero bueno, en el caso de Altamira el abogado Sergio Castillo es quien pudiera llegar a la dirigencia municipal porque cuenta con el apoyo de todos los grupos dada su capacidad negociadora y el buen trato político que tiene con la militancia.
En Madero, Erasmo González es quien suena porque al principio del proceso electoral buscó la candidatura a la diputación local pero no se le hizo, y ahora con el apoyo de Lupe González Galván busca la dirigencia del PRI y con ello, su grupo se comprometería con el proyecto de Jaime Turrubiates.
Y en Tampico, Roberto González Barba sería la mejor opción para dirigir el priismo tampiqueño porque cuenta con suficiente experiencia y conocimiento para enfrentar al PAN en estas elecciones, y esto, a pesar de que Fernando Azcárraga López y Álvaro Garza Cantú no lo quieran en esa posición como así lo han expresado a través de sus voceros.
En fin, el escenario político para el PRI en la zona conurbada del sur de Tamaulipas es algo complicado porque en Altamira el mayor problema el caciquillo Javier Gil, en Madero la posición de Lupe González Galván y en Tampico, Álvaro Garza cantú y Fernando Azcárraga con lo que nos queda claro que muchas veces el PRI tiene adentro de su casa al enemigo a vencer. ¿Qué les parece?
En otros asuntos, al distinguir a la señora Gilda Appedole de García con la medalla al mérito ciudadano “Fray Andrés de Olmos” se está reconociendo la trayectoria de una mujer ejemplar que ha impulsado y promovido como nadie la vida cultural de Tampico, y esto es un acierto que se le tiene que reconocer al gobierno de Oscar Pérez Inguanzo. Ni más ni menos.
Para finalizar, el diputado Javier Gil Ortiz ya fue comisionado a Matamoros como RT del candidato priista Rodolfo Torre Cantú, pero hizo berrinche y se quejo con “aquél que les conté” y sigue en Altamira enchinchando la chinche.
Y es que desea continuar manejando la política del municipio y como vemos su hora fatal ya está llegando y sólo será cuestión de esperar un tiempo y ba bay Gil, hasta nunca verte… ¿Será?
Antes de irnos, aunque ya es a toro pasado les comentamos que la acción legislativa que realizó en días pasados el diputado Felipe Garza Narváez al ir a platicar con sus colegas de Nuevo León sobre el asunto de la inseguridad que se vive en ambos estados lo confirman como un conciliador natural porque esto evitó que creciera el conflicto entre ambos estados.
De los resultados ya les platicaremos otro día.
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