Futuro incierto

Alejandro Poiré, vocero de seguridad de Felipe Calderón, informó que la “Operación Noreste” que se lleva cabo en la frontera tamaulipeca ha logrado que los crímenes del fuero federal y del fuero común bajen hasta en un 48 por ciento en relación a una semana antes de que estas acciones iniciaran en esta zona.


Sin embargo, no sabemos por qué el gobierno federal lanza a Poiré a declarar estos datos, cuando en realidad los resultados de una semana en un operativo de esta índole no indican absolutamente nada porque así como pueden bajar las estadísticas en cualquier momento aumentan.

Esto nos indica que Calderón se encuentra desesperado y pretende, a como dé lugar, que los ciudadanos cambien la percepción que tienen sobre su gobierno, ya que el nivel de vida de los mexicanos ha disminuido y las oportunidades para mejorarla están desapareciendo conforme avanza el sexenio, y si el gobierno federal panista no modifica esta tendencia, en la elección presidencial tendrá serios problemas para confirmar su triunfo electoral.

Pero bueno, por lo pronto sería mejor que Poiré dé a conocer datos sobre un tiempo más prolongado, un mes por ejemplo, ya que una semana en una lucha de este tipo es efímera y como dicen por ahí “una golondrina no hace verano”. ¿Qué les parece?

Por cierto, si Calderón quisiera cosechar más éxitos con esta guerra debería preparar una estrategia más amplia pero que beneficie a los empresarios y comerciantes de Nuevo Laredo, Nueva Ciudad Guerrero, Mier, Miguel Alemán, Camargo, Díaz Ordaz, Río Bravo, Valle Hermoso y Matamoros, quienes se han visto afectados sobremanera por la situación extrema que se vive, por lo que en este momento su futuro es muy incierto ya que aún no hay ningún programa federal que salga en su rescate, y los empleos y las inversiones, a pesar de los macroindicadores de la economía nacional, continúan perdiéndose en la microeconomía que es donde habitan la mayoría de los mexicanos.

En fin, si la zona fronteriza de Tamaulipas se distingue por ser la más dinámica del mundo por el intercambio comercial que se tiene con los Estados Unidos, y porque el paso de personas, automóviles y tráileres es constante y supera cualquier estadística mundial, sería conveniente que el gobierno de Felipe Calderón no tan sólo se aplique en restablecer el orden sino también la vida comercial e industrial que se tiene, porque si no lo hace, poco a poco pudiera perderse ya que hasta el momento por la falta de incentivos federales su futuro es incierto.

Para finalizar, el proceso de entrega-recepción en los principales municipios de Tamaulipas se ha puesto en marcha, y no se espera que se den grandes sorpresas, ya que las revisiones de las cuentas públicas así como las constantes supervisiones que realizan las Contralorías, permiten de alguna manera llevar cierto orden y control sobre los bienes públicos.

Por cierto, en Reynosa los alcaldes Oscar Luebbert Gutiérrez y Everardo Villarreal Salinas también dieron a conocer que este proceso ha iniciado pero no se sabe con certeza sí Luebbert le endosará a Everardo al Gordo Aldama, quien todo el trienio en este municipio fronterizo estuvo atrás del trono manejando a su antojo los recursos públicos siendo uno de esos personajes que en la sombra tuvo la complacencia del tocayo para hacer y deshacer a su antojo.

Es más, nos dicen que Everardo Villarreal en plena campaña le tuvo que aguantar sus órdenes sobre qué hacer y a quién poner en las actividades. ¿Qué tal? Es todo un pájaro de cuenta y se espera que el alcalde entrante no lo siga manteniendo y muchos menos que le den cabida en el gobierno de Egidio Torre Cantú sí es que su primo llega como secretario en alguna dependencia estatal.