Al descubrir el panista Oscar Torre Gómez que José Julián Sacramento, estuvo en la casa de Oscar Gómez, cuñado del gobernador Eugenio Hernández Flores, y uno de los operadores más activos del poder, pone al descubierto lo que siempre hemos sospechado: que Acción Nacional en las elecciones locales siempre juega a perder porque es comparsa del PRI, y lo único que logran sus candidatos al gobierno estatal, son buenos negocios y con eso ganan.
Y es que no es necesario investigar a fondo cuando sabemos que Sacramento, en lugar de hacer una intensa campaña política por todo el estado, de perdido, “para taparle el ojo al macho”, se la pasa recorriendo Tamaulipas como si estuviera de vacaciones y quisiera perder.
El martes pasado, cuando el candidato del PRI, Rodolfo Torre Cantú, estaba en la comida del Comité de Financiamiento en Tampico, el panista Sacramento lo hacía con su esposa a unos pasos en el Restaurant Jardín Corona muy quitado de la pena y luego, se fue al Hotel Posada de Tampico a hospedar y esto definitivamente causa más suspicacia por dos razones:
Uno. Porque en este mismo lugar estaba llevándose a cabo el Foro de Educación y él muy tranquilo y quitado de la pena descansando.
Y dos. Porque Álvaro Garza Cantú es el dueño del hotel y es suegro de Miguel Manzur Nader, candidato a la presidencia municipal de Tampico. ¿Qué tal?
Pero bueno, dicen los que saben de la real política que esto es un negocio, y quienes andan en ella, son instrumentos de la gente que está en el poder, así como utilizan la democracia, los partidos políticos, las autoridades electorales, la mayoría de los medios de comunicación, la autoridad judicial y un largo etc, etc, etc, etc.
Lo que nos inquieta es conocer si en el caso de la maestra Magdalena Peraza Guerra, José María “El Chuma” Moreno y Ramón Antonio Sampayo Ortiz, juegan el mismo juego que Sacramento, o sea, haciendo la farsa, jugando a la política. Porque si esto es así, tienen que ser mejores actores, convencer que realmente quieren el triunfo electoral aunque no lo hagan, tiene que hacer la farsa política más creíble, para que los ciudadanos no se desengañen y sigan confiando que ustedes, en la democracia y en los políticos. No hagan evidente lo que ya sabemos.
En fin, es importante que la gente del poder sepa que la política tiene que ser manejada por gente creíble, que convenza, que sea real, aunque en el fondo sean sus empleados porque si los ciudadanos se convencen de que todo esto es un circo bien montado para seguir controlado el poder, pues el rumbo de la política pudiera tomar otra ruta. ¿Cómo la ven?
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