Por otra parte, si el elegido es el Alcalde de Victoria, Arturo Diez Gutiérrez Navarro, el Alcalde de Nuevo Laredo, Ramón Garza Barrios o el diputado electo, Javier Gil Ortiz, la decisión tiene que tomarse lo más pronto posible porque estos personajes no son muy conocidos, y es necesario que emprendan de inmediato una precampaña por el estado para que se presentes con las cabezas de los grupos políticos, y establezcan los compromisos necesarios para llegar bien amarrados a la candidatura.
De antemano se sabe que cualquiera que llegue a esta posición será apoyado por el Supremo y esto es garantía de triunfo en las elecciones pero se necesita que el candidato se empiecen a mover solo -sin su tutela- para que vayan agarrando su propio perfil, conociendo a los actores políticos del estado, a quiénes integrarán su equipo y los que serán los próximos candidatos a las 43 presidencias municipales y los 32 diputados locales.
Si el PRI no apresura el nombramiento de su candidato, entonces, queda claro que elegirá a los geñistas mejor posicionados en el panorama estatal como el diputado electo, Rodolfo Torre Cantú o José Manuel Assad Montelongo.
Aunque abría que mencionar que hay otros suspirantes que están esperando el llamado como los son: el Alcalde de Reynosa, Oscar Luebbert Gutiérrez, quien ya dio a conocer públicamente su deseo de buscar la candidatura o el diputado electo, Baltazar Hinojosa Ochoa, quien también la quiere pero hasta el momento no ha mostrado su interés públicamente.
Hay otros aspirantes que en secreto mantienen su intención porque son respetuosos al “golpe de calor”, pero se sabe que están en el ánimo de los tamaulipecos y solo estarían esperando el llamado del Supremo para hacer lo conducente porque saben que en la política no hay imposibles y en estas fechas “los muertos gozan de cabal salud” y pueden dar muchas sorpresas.
El Secretario General de Gobierno, Antonio Martínez Torres, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, Felipe Garza Narváez y el Procurador General de Tamaulipas, Jaime Rodríguez Inurrigarro, sería los personajes que en el estado son bien conocidos y con los cuales el PRI no tendría que redoblar esfuerzos para ganar la contienda electoral porque el trabajo político que han desarrollado a lo largo de su carrera es garantía de triunfo. Ni más ni menos.
En otras colaboraciones hemos dicho que los chilangos-tamaulipecos pudieran tener alguna posibilidad por alcanzar la candidatura al gobierno pero saben que si el Jefe Salinas no los llama para entrar en Tamaulipas, ellos solos no lo harán. De tal manera que están esperando que el PRI llegue a los Pinos en el 2010 porque saben muy bien que casi todos quedarán bien posicionados en el gobierno federal. Así de simple.
En fin, mientras el Supremo y el PRI de Tamaulipas no den alguna línea a seguir o definan quién será el bueno para la candidatura al gobierno estatal, los rumores, escenarios, chismes, intrigas, análisis y comentarios serán constantes y se darán sin ton ni son. Esperemos que pronto lo hagan porque si que hay mucha tela de dónde cortar. ¿O no?
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