miércoles, 11 de mayo de 2011

Lucino, geñista de corazón

Hace unos días, Carlos Slim Helú -el hombre más rico del mundo- habló con algunos periodistas antes de participar en la cuarta edición del Foro Ministerial de Desarrollo que organiza la ONU y expresó que el problema del narcotráfico en México no debe impedir que los empresarios sigan invirtiendo, porque la inversión es la clave para el desarrollo. ¡Quihúboles! descubrió el hilo negro.


Pero luego fue más allá, al decir que “en los países, cuando coyunturalmente atraviesan momentos difíciles, de un tipo o de otro, el que frene sus inversiones se rezaga. No deben este tipo de situaciones obstruir el que se siga invirtiendo, y el caso de México no es excepción”. ¿Qué tal?

Después ya encarrerado soltó algunos nichos para la inversión al señalar que el sector privado tiene que concentrarse en fomentar el desarrollo de capital humano en los campos como la salud, la educación o la nutrición, porque “independientemente de lo que esté pasando, el que no invierta se va a quedar atrás”.

El empresario mexicano tiene mucha razón. Sin embargo, sería bueno que, así como lo dijo en Nueva York, con esa misma seguridad viniera a decirlo acá a Tampico, Valle Hermoso, Victoria o a San Fernando, donde los empresarios en lugar de hacer lo que recomienda están huyendo del país porque la inseguridad que se vive no les permite seguir al pie de la letra con sus consejos.

Además, para el hombre más rico del mundo es muy fácil dar este tipo de lecciones estando en aquél país, dentro de un ambiente de seguridad, y con ello, se demuestra -una vez más- que la clase que domina el poder en México tiene otra visión de lo que pasa o se vive en el país y esto es muy grave porque simplemente unos vamos por una camino y ellos van por otro.

Y claro, por eso mismo no quiso dar su opinión sobre la “Marcha por la Paz” que convocó el poeta Javier Sicilia para exigir el fin de la violencia en el país y respondió tajantemente: “no hay relación con lo que estamos hablando”. No pues si, esto es cierto pero él más que nadie debe saber que si en un país no existen las condiciones de seguridad para invertir pues simplemente no se invierte y esto no parece entenderlo.

En fin, Carlos Slim es uno de los millonarios que el gobierno federal ha creado con el poder que le otorga la ley. Así lo hizo cuando le regaló, perdón, le vendió Telmex en la época de Carlos Salinas de Gortari, y ahora nos sale muy chingón y quiere dar recetas de cómo se debe invertir cuando a él no le costó mucho esfuerzo convertirse en el hombre más rico del mundo. Ni más ni menos.

Cambiando de tema. En Reynosa los comerciantes del primer cuadro de la ciudad coinciden en que las obras que se realizan para remodelar la plaza principal van a mejorar la imagen urbana del municipio, atraerán a los turistas del Valle de Texas, y el comercio tendrá un incremento con este cambio urbano.

La inversión será de un millón 198 mil 670 pesos pero aseguran los comerciantes de la zona centro que estos recursos están bien invertidos porque les garantizan mayores ventas y a Reynosa le dará una mayor proyección a nivel nacional.

Así que es justo reconocer que estas acciones emprendidas por el alcalde Everardo Villarreal Salinas tienen un profundo contenido social, turístico y comercial, ya que se impulsará al municipio y con ello, estará cumpliendo con uno de los compromisos que hizo en campaña para mejorar el primer cuadro de la ciudad, y así, volver a dar vida.

Para finalizar, lo que el gobernador Egidio Torre Cantú le expresó al periodista Salvador García Soto, y que nuestro amigo José Ángel Solorio nos dio a conocer en su columna, es algo que le aplaudimos al mandatario estatal porque esos columnistas chilangos luego quieren extorsionar, con lo poco que saben de lo que ocurre en el estado, y ellos, con sus comentarios no le dejan nada de provecho a Tamaulipas sino tan sólo las arcas vacías. Así de simple.

Antes de irnos, el dirigente del PRI, Lucino Cervantes Durán, se destapó como uno de los geñistas de corazón al celebrar que Geño Hernández haya sido “nombrado” como parte del equipo de Moreira. Esto, a nadie sorprende porque así es la política.

Lo que no podemos explicarnos es por qué no salió a defender al gobernador Egidio Torre Cantú cuando los perros del panista Calderón se desataron y con toda la rabia lo atacaron. ¿Qué pensara de ello el ingeniero? ¿Será esto a lo que muchos llaman lealtad? O todos están de acuerdo. Usted… ¿Cómo la ve?

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