viernes, 4 de mayo de 2012

Gil se perdió y enloquece

En los últimos 70 años la historia política de Tamaulipas no registra ningún desafío, insurrección o levantamiento contra el poder formal que representa el gobernador del estado.

Es más, quienes lo han intentado hacer han acabado en la cárcel, muy lejos de Tamaulipas o se infectan de alguna enfermedad incurable y nunca han vuelto al escenario político ni por error.

Nos queda claro que aquellos que han pensado sublevarse al poder formal o lo hacen porque tiene el apoyo del centro del país, cuentan con el respaldo de la gente de dinero o porque en realidad son ilusos o mejor dicho muy pendejos.

Sí. Así es. Porque son muy pendejos y están limitados por su corta visión y por ello, sin que esto sea una justificación, no tienen el mínimo respeto a la autoridad política. No saben que existen reglas -aunque no estén escritas- que se practican y cuando se salen de lo establecido, las consecuencias no tienen un pronóstico reservado y todo puede suceder.

Les comentamos esto porque ahora resulta que el diputado Javier “El Berrinches” Gil Ortiz, anda diciendo que la campaña de Enrique Peña Nieto lo invitó para que fuera delegado especial en Altamira e hiciera la operación electoral que necesita el mexiquense para conseguir más votos.

Sin embargo, suponemos que esto no es más que resultado de su imaginación torcida e intoxicada por algo de humo, polvo o líquidos que al consumirse sin medida, y a la larga, producen alucinaciones y afectan el sentido del tiempo, la ubicación y el respeto por los demás.

O también, pudiera ser producto de su alocada ambición sin medida y creer que el pasado que tuvo lleno de impunidad, para hacer con el dinero público lo que quisiera, está a punto de volver cuando Peña Nieto llegue a la presidencia de la República.

Pero bueno, en realidad el Berrinches Gil no se da cuenta que él y su pandilla tienen la cola muy larga y que la autoridad, hasta el día de hoy, los ha respetado, pero después de esto pudieran hacerle una llamada y si no está preparado se puede caer con ella. ¿Será?

Pues quién sabe. El caso es que si es cierto lo que dice el Berrinches Gil, que Luis Videgaray Caso lo mandó como delegado especial de la campaña presidencial a Altamira, entonces, al coordinador general de Enrique Peña Nieto le falta un poco de educación política aunque en realidad esto no lo creemos.

Más bien parece que el grupito de juniors al que pertenece, lo envió a que viniera a mover el panal a ver qué cara se ponía con su incursión pero no deben olvidar que es peligroso rascarle los “esos” al tigre, cuando este no ha querido darles ni siquiera un rasguño.

En fin, Gil dice que en su momento hablará con el gobernador Egidio Torre Cantú y con el Alcalde Pedro Carrillo Estrada, ya que “estamos hablando por el orden correspondiente, estamos haciendo un trabajo institucional, pero a todo mundo tomaré en cuenta como debe ser”.

No diputado. No se equivoque. Con el que tiene que hablar primero antes de dar un paso en Tamaulipas es con el gobernador quien es el que manda en el estado y hasta el momento siempre se ha portado con su grupo como un caballero y los ha respetado.

Es el Jefe Político y usted por lo hecho hasta el momento, le debe guardar reverencia y cuando pronuncie su nombre en público, debe ponerse de pie y bajar la vista en señal de respeto. Ni más ni menos.

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