Y es que si un partido político tiene la mayoría en una Cámara o en las dos, puede hasta cierto punto compartir el poder con el gobierno federal, y eso pasa con el PRI en estos momentos.
Sin embargo, los gobernadores le han dado valor porque pueden negociar libremente sus distritos sin que pase nada.
Y es que al final de cuentas -para los partidos- son ellos los responsables de la elección y en Tamaulipas ya lo hemos vivido.
En el pasado proceso electoral el PRI perdió cinco distritos con el PAN pero se ganó una buena relación con Felipe Calderón, y eso le benefició a Tamaulipas con más recursos para obras, sus programas y acciones.
Es posible que por esta razón el proceso de selección de candidatos del PRI a la diputación federal -hasta el momento- haya sido muy disparatado.
Se han mencionado muchos nombres en cada uno de los distritos y nos parece que la gente del poder, no quiere dar a conocer “los buenos” cuando en esta elección, sacarlos con oportunidad representa una ventaja.
No pecamos de ingenuos y sabemos muy bien que los que van a ser, ya lo saben, pero donde hay dudas se sigue peleando y como dijera Cantinflas “ahí esta el detalle”.
Esto nos permite suponer que algunos distritos ya fueron negociados con el PAN, o mejor dicho, con Felipe Calderón y las gentes del poder no se deciden a quiénes elegir para que pierdan.
¿Cuáles serán los distritos que el PRI perderá? Esa es la incógnita que solo despejaremos cuándo terminen las elecciones.
Por lo pronto, sabemos que el PRI gana de calle en Nuevo Laredo y Victoria porque la oposición no existe.
Que en Reynosa los priistas van a ganar porque el trabajo del Alcalde, Oscar Luebbert Gutiérrez, respalda a su partido.
Que en Río Bravo y Mante tienen que elegir a alguien que sea de ahí porque las gentes ya no aceptan muy bien a los golondrinos.
Que el distrito de Matamoros lo pueden negociar porque los jefes de los grupos que dominan la ciudad, es posible que sean elegidos plurinominales.
Que en Altamira, Javier Gil Ortiz, ahora que logró el apoyo del Sindicato Petrolero y de Juan Genaro de la Portilla es seguro que gane.
Y que Tampico al parecer se perderá porque el Alcalde, Oscar Pérez Inguanzo, será el candidato del PRI y no podrá ganarle a su amigo y socio, Arturo Elizondo Naranjo.
Oscar se sacrificará unos meses, pero a su vez ganará porque le solucionará un problema a su Jefe Político y volverá al gobierno municipal más fortalecido que nunca. ¿Cómo la ven?
Por cierto, los geñistas que pudieran clasificar para asumir una candidatura a la diputación federal son: Rodolfo Torre Cantú, Manuel Muñoz Cano, Oscar Almaraz Smer, Arturo Diez Gutiérrez, Edgardo Melhem y Susana Hernández Flores.
No mencionamos a José Manuel Assad Montelongo porque la verdad, la política no es lo suyo y es mejor que lo mantengan en el área administrativa donde es verdaderamente una trucha.
Para finalizar, les comentamos que la dictadura de partido que encabezan el Negro y la profesora será confirmada el próximo sábado 17 de enero cuando la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, les tome la protesta.
Pero bueno, todo sea por obtener “ocho de ocho” aunque no hay nada seguro porque las negociaciones están a todo lo que dan, y es posible que el Negro se quede chupando faros como el Pipo. ¿Será? Ya lo veremos.
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