Desde que Manuel Cavazos Lerma fue gobernador de Tamaulipas sentó las bases para formar una oligarquía que dominara el estado por más de 30 años. Con el gobierno de Tomás Yarrington se tuvo continuidad y con el de Geño Hernández Flores se consolida el proyecto.
La aparición de Pascual Ruiz García en la Comisión Estatal de Procesos Internos del PRI; de Javier Villarreal Salazar en la de Financiamiento y de Guadalupe González Galván en la de Justicia Partidista, nos confirman esta hipótesis pero también nos indica que los cavacianos manejan la política estatal.
En la historia de México existen algunos ejemplos similares de oligarquías políticas como la que esta asentada en Tamaulipas desde hace 16 años. Ahí tenemos el grupo Atlacomulco en el estado de México que es todo un clásico de nuestra historia política y en Nuevo León encontramos el que ejercen los empresarios cuyo dominio va más allá de su estado.En Tamaulipas tenemos que analizar con más detenimiento estos últimos 16 años que llevamos de la época cavaciana para conocer si realmente a los tamaulipecos nos ha ido bien.
Sin embargo, de antemano sabemos que las fortunas de quienes nos han gobernado, de sus colaborados y sus amigos han crecido bajo la impunidad que les da el poder.
Sin embargo, de antemano sabemos que las fortunas de quienes nos han gobernado, de sus colaborados y sus amigos han crecido bajo la impunidad que les da el poder.
Y es que al final de cuentas Carlos Salinas de Gortari tuvo razón cuando mandó a Manuel Cavazos Lerma a gobernar a Tamaulipas porque su soldado -como así se autonombra- ha logrado establecer un gobierno transexenal como él lo quiso establecer en México con Ernesto Zedillo Ponce de León pero este nunca le entendió.
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