Y es que el gobierno de Tamaulipas, desde hace mucho tiempo, cuenta con suficientes elementos, pruebas y declaraciones como para meterlo a la cárcel, y hasta el momento no ha hecho absolutamente nada para ponerle fin a todos los abusos y arbitrariedades que este delincuente cometió y sigue cometiendo contra la sociedad y los ciudadanos de Reynosa.
Pero bueno, ya es tiempo que alguien le ponga un alto porque todo parece indicar que no hubiera una ley que lo detenga, ya que cuando estuvo en la alcaldía de Reynosa cometió una serie de actos de corrupción que al parecer han quedado en el olvido y esto, desde luego, genera cierto sospechosismo porque algunos funcionarios estatales pudieran estar coludidos con este bandido.
Lo mejor del caso es que este juicio se iniciará por iniciativa de una empresa privada, y esperamos que los diputados priistas le den un buen escarmiento para que no vuelva a pasarse de listo con sus mayores porque tiene que saber que en Reynosa no todos son iguales a él. Así de simple.
En fin, lo increíble del asunto es que al escudarse tras las faldas de su mujer para tratar de robar un terreno, nos da su perfil delincuencial y nos queda claro que no tiene escrúpulos ni respeto por su familia si se trata de robar.
¡Qué bárbaro!
¿Y así quiere convertirse en candidato del PAN a la gubernatura?
¿Será este el prototipo del político panista que apoyan Calderón y Germán Martínez para el futuro?
La verdad de las cosas, sin ser moralistas al extremo, les comentamos que si en el PAN sigue manteniendo a Cabeza de Vaca en sus filas, es muy seguro que seguirá contaminando el logotipo y los principios del panismo nacional, y en Tamaulipas irá perdiendo credibilidad. Ni más ni menos.
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