La presencia de la profesora Guadalupe Anastasia Flores de Suárez con el gobernador electo Egidio Torre Cantú generó en los pasillos del poder tamaulipeco dos especulaciones, que mucho tienen que ver con su posición como ex dirigente campesina, y posible diputada local en la próxima legislatura.
Y es que nos informan que la maestra Lupita se encuentra muy preocupada porque si se elige a un secretario general de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de Tamaulipas que esté ligado con la familia Cárdenas, el cacicazgo que ejerce desde hace más de una década en esta organización campesina se le vendrá abajo, pero en opinión de muchos cenecistas esto sería lo mejor.
Porque saben que los Cárdenas, en distintas épocas, han logrado para el sector campesino grandes avances y resultados, y en este momento lo que el campo tamaulipeco necesita con urgencia es un cambio que lo active para que los campesinos tengan mejores condiciones de vida.
Por otra parte, la otra especulación que circula afirma que la maestra Lupita fue a pedirle al ingeniero Torre Cantú su aval para llegar a la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Tamaulipas en la próxima legislatura, ya que nos dicen que cuenta con el apoyo del Jefe Supremo y del Negro Gamundi. ¿Qué les parece?
Pues la mera verdad la maestra Lupita la tiene muy difícil porque existen diputados electos que tienen una mayor preparación profesional y política para asumir ese importante cargo, y además, se la han rifado en escenario electoral al ganar las elecciones para llegar al Congreso como en los casos de Reynaldo Garza Elizondo, Gustavo Torres Salinas y Oscar Almaraz Smer.
En fin, el caso es que la profesora Guadalupe Anastasia Flores de Suárez nunca ha podido ganar una elección directa y siempre ha obtenido sus cargos legislativos a través de posiciones plurinominales, y por otra parte, ya es tiempo que el priismo la jubile para que le dé chance de participar a otras mujeres priistas que vienen trabajando con mayor ánimo y entusiasmo que ella. Así de simple.
Cambiando de tema. Ahora resulta que el diputado Javier “El Berrinches” Gil Ortiz quiere presumir que en Altamira organizó el cierre de campaña de Pedro Carrillo Estrada, Griselda Carrillo y Armando López, cuando fue todo lo contrario.
Porque se sabe que a Miguel Gómez Orta, quien fungía como dizque coordinador general de la campaña, le dieron 600 mil pesos para que realizara el cierre de campaña en el Centro de Exposiciones del Cebú, pero nunca los soltó y lo mismo hizo con el dinero que le llegó para movilizar a la gente del día de la votación, aunque luego supimos que este recurso lo utilizó “El Berrinches” Gil para la movilización panista a la alcaldía de Altamira. ¿Qué les parece?
Pero bueno, nos dicen que anda buscando cambiar la historia de su traición al PRI para que Egidio Torre Cantú lo tome en cuenta y tenga su aval para seguir manteniendo el cacicazgo de papel en Altamira, aunque esto ha generado muchos problemas sociales, económicos y políticos para toda la zona, y los altamirenses ya no lo soportan por sus desplantes despóticos, por el abuso cometido al erario público y porque Altamira detuvo su desarrollo cuando le dieron el poder de ese municipio.
Para finalizar, uno de los asuntos más importantes que la Diputación Permanente del Congreso del Estado ha dictaminado y que serán presentados ante el Pleno Legislativo, ahora que en septiembre inicie sus sesiones ordinarias, se encuentran las reformas a la Ley para el Desarrollo Urbano del estado de Tamaulipas que permitirán ordenar y reglamentar la apertura de Estaciones de Servicio o Gasolineras y las cuales contemplan la seguridad que debe tener la ciudadanía antes que cualquier negocio. Ni más ni menos.
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