lunes, 30 de julio de 2012

Pepe Rábago no se llena

Los resultados obtenidos en la pasada elección federal han generado una serie de comentarios sobre la posibilidad de que el gobernador Egidio Torre Cantú realice en los próximos días una serie de movimientos o enroques estratégicos que vengan a fortalecer las principales piezas de su tablero político-gubernamental.


Estos mismos comentarios aseguran que el PRI de Lucino tiene que renovarse para que los priistas se vuelvan más competitivos en las próximas elecciones locales, y de igual forma, que algunas áreas del gobierno se vuelvan más eficientes para complementar el trabajo político que se realiza en el tricolor.

Por ello, han surgido ciertas voces que entusiasmadas por estos posibles cambios, aseguran que a la dirigencia del PRI tamaulipeco y al gobierno estatal, deben llegar gentes con suficiente experiencia en el manejo de gobierno, que conozcan el contexto de la política estatal y tengan suficiente conocimiento del territorio electoral, sin importar que esto implique revivir a los muertos.

Otras voces indican que esto no es necesario que se haga, porque ahora como nunca antes en la historia política del estado, se tienen la valiosa oportunidad para abrir nuevos espacios a nuevos actores y con ello, el PRI estatal haría una limpieza y renovación de sus cuadros, buscando con esto una nueva generación de priistas que vengan a darle al tricolor un nuevo perfil y logren ganarse de nuevo la confianza de los electores.

Y en el gobierno estatal, darle oportunidad a quienes por años han laborado con eficiencia y han esperado una coyuntura como la actual, para demostrar con eficacia que la administración pública es un espacio que les permite servir a los tamaulipecos por igual.

En fin, lo que se tiene que buscar más allá de los cambios que se pudieran dar en el PRI y en el gobierno estatal, es que el tricolor no tenga otra derrota electoral como la de hace unos días, y que el gobierno de Egidio Torre Cantú continúe consolidando, cada vez con más fuerza, el proyecto del “Tamaulipas Fuerte que Todos Queremos”.

Para finalizar, en Altamira la epidemia por buscar la candidatura del PRI a la presidencia municipal, ha despertado el activismo de los adelantados, quienes sin descanso recorren las colonias, ejidos y comunidades buscando el apoyo de los ciudadanos y por lo pronto se sabe que José Luis “El Chilero” Vargas, Carlos Toral, Marcelo Abundis, el diputado Armando López y el ex alcalde Juvenal Hernández Llanos, no paran sus caminatas y reuniones ni en vacaciones.

Al cierre. Hace unos días, en Tampico el Movimiento Ciudadano que preside Ricardo Guerrero Hernández, entregó al diputado José Francisco Rábago Castillo un reconocimiento por su gestión para que el gobierno federal destinara 6 millones de pesos para realizar un estudio sobre el impacto del desgaste que sufre la costa del litoral en Madero y Altamira.

Esto mismo ha logrado que la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) y la Administración Portuaria Integral (API) de Altamira se integren y emprendan acciones conjuntas, para preservar la costa de la zona sur del estado, buscando evitar a la vez, que futuras inundaciones afecten a la comunidad y a la planta industrial. ¿Qué tal, eh?

Sin embargo, aún no podemos explicarnos porqué el Movimiento Ciudadano le da a Pepe Rábago un reconocimiento si esto que hizo es parte de su trabajo, de su responsabilidad como legislador federal. Aunque la verdad, esto más bien parece un artimaña que busca llamar la atención del gobierno de Egidio Torre Cantú, para que lo tomen en cuenta, ahora que se le acaba la dieta en la Cámara de Diputados.

¿Cómo la ven? Este sí que no tiene llenadera, tiene más de 30 años en la nómina estatal y federal y quiere seguir cobrando. ¡Qué bárbaro! Por esto luego el PRI pierde porque gentes como Rábago Castillo le impiden el acceso a nuevas generaciones y cuando lo hacen, quieren imponer a sus hijos como si el gobierno fuera un asunto familiar. ¿Qué les parece?

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