El alcalde de Altamira, Pedro Carrillo Estrada, logró reunir en su toma de protesta a todos los ex alcaldes del municipio, esto ninguno de sus antecesores lo hizo durante su trienio. Con ello demostró su habilidad política y disposición para establecer un dialogo abierto y permanente con todos los factores del poder real, aunque antes tuvo que sobreponerse a la traición que el diputado Javier Gil Ortiz le jugó en la elección a la alcaldía.
Y es que Pedro Carrillo por principio de cuentas le ganó a Gil la candidatura a la alcaldía, ya que el tampiqueño buscó imponer siempre a uno de los suyos como candidato y al ver que su primo Geño no le hacía caso mejor apoyó al candidato de Acción Nacional que en aquel entonces era el famoso Chilero Vargas.
Así que la candidatura de Pedro le dolió porque sabía que esta posición significaba su final dentro de la política local y el fin de los negocios que mantenía bajo el amparo del poder. Pero bueno, Carrillo para ganar esta elección actúo de manera discreta, con sigilo y cerca de la gente y cuando le quisieron revirar los “gilisitas” fue demasiado tarde porque su triunfo ya lo tenía bien diseñado.
Esto sorprendió a Gil y la fauna que lo acompaña, porque nunca supieron ni cómo ni que hizo para ganarles, aunque en realidad Pedro como diputado local se dedicó a formar una estructura paralela que activó en el mismo día de la elección.
Por ello, en la próxima selección de candidatos del PRI a la presidencia y diputaciones locales, tendrá una posición de privilegio para dar su opinión, sugerir y favorecer a alguien en especial y no es porque sea alcalde sino porque él sabe cómo ganar a pesar de las adversidades.
Por cierto, la escaramuza que hace unos día encabezó la 4° regidora de Altamira, Guadalupe Victoria Serna Ortiz, en el Palacio de Gobierno en Victoria es parte de las acciones que el grupo de Gil Ortiz tiene preparadas para tratar de moverle el piso a Carrillo rumbo a la elección, ya que según ella, existe un vacío de poder porque el alcalde no atiende a nadie y no había, en ese momento, Secretario del Ayuntamiento.
Sin embargo, a la regidora priista le salió mal la pichada porque el abogado Sergio Castillo ha vuelto a la secretaría después de que le destaparon una arteria y esto es una excelente noticia y vale la pena darle un reconocimiento porque nos demuestra que tiene vocación para el servicio público y lealtad al proyecto de Pedro Carrillo Estrada.
Por lo pronto, al regresar Castillo a su función en el municipio la regidora Guadalupe Serna esposa del Jorge Tahuil, uno de los más distinguidos porristas y simpatizantes del diputado, Javier Gil Ortiz, se queda con las ganas de imponer a alguien en esa posición, ya que había grillado a más de ocho regidores del cabildo altamirense y nos dicen que hasta traía su gallo.
En fin, Altamira es una de las joyas electorales de Tamaulipas y la lucha por el gobierno municipal se complicará porque los grupos tradicionales como el de Genaro de la Portilla, Juvenal Hernández Llanos y hasta el de Javier Gil Ortiz, se han unido para tratar de imponer a alguien identificado a sus intereses, y si esto es así, pudieran unir al PAN y el PRD en una coalición para darle pelea al PRI la próxima elección.
Y bueno, la priista Gina Barrios es otra regidora que está dando mucho de qué hablar ya que ha comentado que al PRI de Tampico, Madero, Altamira y Reynosa le falta una renovación de cuadros. Ella, por supuesto busca la dirigencia del PRI en Tampico, pero con estas declaraciones no creemos que se lo den. ¿O sí?
Al cierre. Nos informan desde el sur de Texas que el empresario Mundo Lozano Rendón está libre. Que lo vieron comiendo un elote en un restaurant de carnes asadas en Mission, Texas. Con ello se muestra que su estancia en la cárcel fue muy corta. Que pagó rápido sus deudas y dicen las malas lenguas de las buenas conciencias que pronto volverá a la actividad pública. ¿Será? Por lo pronto anda a caballo y si lo ve algún día por una lejana montaña… salúdelo.
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