Geño y Maki van a ganar

La candidata del Partido del Trabajo (PT) al Senado de la República, Cendy Robles, destaca por su figura, mensaje y presencia por todo el estado, pero esto no significa que vaya a ganar la elección.

Es una voz auténtica, espontánea y hace la diferencia en el panorama político estatal porque rompe con el tradicional mensaje de los políticos de no tocar nadie y callarse todo lo que a la gente le molesta.

Cendy expone lo que muchos tamaulipecos quisieran decir libremente y aunque el PT no tiene una estructura que la apoye en el estado, es posible que ella sola consiga los votos necesarios para que el PT mantenga su registro en el estado y siga siendo un partido palero y rémora de MORENA.

Ojalá que su participación no sea fugaz, es necesario este tipo de voces porque la vida pública y política en Tamaulipas necesita ventilarse y ella, lo hace muy bien.

Sin duda que los candidatos del VERDE al senado como son: Maki Ortiz y Geño Hernández serán los ganadores la elección. Ambos políticos tienen la suficiente experiencia y el conocimiento para representar a los tamaulipecos en la Cámara Alta.

Los dos candidatos del VERDE al senado, conocen como pocos los problemas de Tamaulipas y saben cuáles son las soluciones, por ello garantizan un buen trabajo de gestión, legislativo y no tienen quien les haga sombra.

Por ahí andan los candidatos de MORENA haciendo un poco de ruido, la señora Olga Sosa y JR Gómez, pero el brillo de Maki y Geño los deslumbra y hasta parece que andan con depresión, porque ni obligando a los burócratas a votar por su fórmula les podrán ganar.

Imelda San Miguel y Arturo Núñez que representan al PAN y PRI, pues nomás nunca levantaron, entraron para cumplir con el compromiso de sus partidos y ojalá que cuando mucho saquen algunos votos para que sus partidos no queden en ridículo.

Y finalmente, Andy García y Lic. Dacor, los candidatos de Movimiento Ciudadano, nunca se les ha visto recorriendo el territorio, este partido no tiene estructura, sí tiene espacios en la Redes Sociales, pero ni eso las supieron manejar para llamar la atención de los jóvenes o la gente no tan joven y lo único que podemos reconocerles es que cumplieron con registrarse y eso, es mucho que decir.

Al final los mexicanos y tamaulipecos entendieron que es partido palero de MORENA, así Máynez, su candidato a la presidencia lo ha demostrado y ni cómo hacerle, entraron para cumplir con el requisito y ahora entendemos porque la gente de MC en Jalisco se hizo a un lado.

De salida. Se informa que Marcelo Ebrard tenía programada una reunión en Tampico. Que un grupo de simpatizantes le habían preparado una comida para seguirle mostrando su lealtad.

Este grupo de oportunistas aún creen que si la simpática Claudia Sheinbaum gana la elección presidencial “desde el fondo de su corazón” lo designará en alguna secretaria de Estado.

Sin embargo, la denuncia que hizo Marcelo sobre la cargada de los gobernadores, legisladores, funcionarios de los gobiernos y del partido en los estados, así como el gasto irracional de los recursos públicos en favor de “la reina de la simpatía” no le augura nada bueno en su futuro político dentro de MORENA.

Sabemos que esto sería un error, es el único de los políticos obradoristas que mantenido un diálogo

permanente con los opositores al régimen y esto se le reconoce, pero de acuerdo a lo que ha hecho en la campaña, que realmente es nada, es posible que como premio a su indiscreción lo manden de embajador a Ucrania, Haití, Australia o a Palestina.

De tal manera, que ese distinguido grupo de tampiqueños y maderenses que buscan, con mucha oportunidad colarse en el equipo de Marcelo, desde aquí los apoyamos y esperamos que cuando le den la noticia a que embajada lo envían no lo vayan a dejar solo.

Por lo pronto, nos informan que la reunión y comida para Marcelo Ebrard en Tampico fue cancelada y que lo hicieron desde el mismo cuarto de estrategia de doña Claudia por lo que esos organizadores de Tampico-Madero ya se quemaron y lo mejor que pueden hacer es buscar otro padrino entre los morenistas de La Sheinbaum si no quieren vivir en el destierro seis años. Ni más ni menos.