miércoles, 21 de diciembre de 2011

El 33 es un número mágico

Para que un candidato a la presidencia gane el proceso electoral sin reclamos ni cuestionamientos de la sociedad, tiene que convencer a los ciudadanos que sus propuestas de gobierno son viables y son mejores que las de sus adversarios.


Sin embargo, para que el candidato ganador sea legitimo no basta que gane la elección sino que triunfe con el mayor número de votos, porque hacerlo con 33 millones de sufragios cuando el total de electores es de 84 millones -corte al 9 de diciembre de 2011- no le garantiza tener una mayoría, sino realmente una minoría en el país.

Y es que en México somos más de 100 millones de habitantes y se vuelve urgente y necesario que el aspirante a ganar la presidencia de la República lo haga con un margen superior al 50 por ciento de los votos, o sea que triunfe con más de 45 millones de sufragios para que no exista ninguna duda que empañe su trabajo de campaña.

Por ello, es importante que la reforma política contemple para ganar la presidencia, las gubernaturas y las alcaldías, un requisito de mínimo y máximo de sufragios, y si no es así, que se lleva a cabo una segunda vuelta ya que esto legitimaría el triunfo de los candidatos y sólo de esta manera pudiera ser el representante de la mayoría. Ni más ni menos.

Esto lo comentamos porque el famoso economista Manuel “El Maharisi” Cavazos Lerma, secretario de elecciones del PRI nacional anda recorriendo el país diciendo que el partidazo ganará con 33 millones de votos la elección presidencial, y que tiene en marcha una estrategia electoral para lograrlo al trabajar “casilla por casilla, distrito por distrito, municipio por municipio y estado por estado, a fin de concientizar al electorado de que -los priistas- tienen la mejor opción”.

Pero esto más bien parece una estrategia personal simbólica ya que en la numerología, el 33 es un número potente y las personas que tienen esta vibración pueden llegar a ser grandes líderes espirituales, son idealistas y soñadores.

Además, el número 33, dicen los que saben de estos asuntos, representa el ideal del AMOR en su más pura expresión, el amor que abarca a todos los seres humanos. El amor que significa entrega, sacrificio y compasión. El amor que genera los más altos ideales y que no vacila en sacrificar todo lo material o personal para defender sus sueños y ofrecerlos a sus semejantes.

Y finalmente el 33 nos habla del equilibrio de las cualidades morales y espirituales y de hecho, la paz que emana de su persona y atrae especialmente a las personas angustiadas o desorientadas. ¿Qué tal?

Por ello, creemos que el esoterista Manuel Cavazos Lerma, lo único que busca es quedarse en el CEN del PRI, ya que corre peligro porque sabe que los mexiquenses lo sacarán, de un momento a otro, del partido porque no se tragan aquello de que “soy un soldado del PRI” y quien sabe cuántos cuentos más.

En fin, el caso es que Manuel Cavazos Lerma da a entender que Enrique Peña Nieto ganará con 33 millones de votos y esto parece que limita a los priistas del ex gobernador mexiquense, quienes han trabajado por más de cinco años para tener una cifra muy superior y ahora el maharisi Cavazos sale con este invento esotérico para tratar de salvar su pellejo. ¿Qué les parece?

Por otra parte, si los 33 millones de votos son la meta que tiene el PRI para ganar la elección, pues parece que son pocos pero pronto veremos hasta dónde llegarán si es que el candidato priista a la presidencia no se empieza a caer en la preferencia de los electores porque en menos de dos semanas lleva dos puntos y la cuenta sigue dando. ¿Será?

Para finalizar, el dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, aseguró que se necesita blindar las campañas políticas para evitar la intromisión del crimen organizado en los comicios y dijo que esto es un deber de los actores políticos, en combinación con las autoridades electorales y judiciales.

¡Qué bárbaro! Ahora sí que el senador se la voló porque se ve que anda muy actualizado con la agenda política nacional y alguien debería decirle que ese tema ya ha sido muy tratado como para volverlo a poner en la mesa. ¿O no?

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