Ha trascendido que el alcalde de Madero, Jaime Turrubiates Solís, tuvo un accidentado primer informe de gobierno y a los invitados que asistieron, hasta les dio pena ajena porque la organización de este evento le salió muy mal y fue un rotundo fracaso.
Por ejemplo, se comenta que una de las pantallas que fueron colocadas para ver su imagen cuando estuviera dando su mensaje, de repente sin decir “agua va”, empezó a fallar y al poco rato ya no se vio nada y aseguran que estaban mal calibradas. Luego, después de estar leyendo su informe durante algunos minutos, el telepromter se le apagó en dos ocasiones y mejor lo hizo a un lado y empezó a leer el mensaje que tenía en papel y todo mundo se dio cuenta de esto.
Se comenta que tuvo muchas fallas técnicas y dicen que esto sucedió por andar de miserable. Que no contrató un equipo profesional porque buscó que le saliera gratis o lo más barato posible aunque eso no fue lo peor del informe en Madero.
Y es que el pollero Turrubiates en su “mensaje” a los maderenses no les dijo absolutamente nada importante sobre lo que había hecho, y se la pasó diciendo lo que hará el próximo año en su administración y esto son puros sueños guajiros y no cuentan, porque las palabras se las lleva el viento. ¿O no?
En fin, ya sabemos que los alcaldes de Tamaulipas poco tuvieron que informar a la ciudadanía en este arranque de trienio, ya que tuvieron que enfrentar como nunca los problemas financieros que les dejaron, y los recursos para realizar obras y acciones fueron muy pocos debido a que el pasado gobierno estatal los saqueo o dejó en bancarrota y muy endeudados.
Pero bueno, esto no justifica que Turrubiates se la haya pasado hablando del futuro, porque hubo dos o tres alcaldes, como Everardo Villarreal Salinas en Reynosa y Pedro Carrillo Estrada en Altamira, que la adversidad financiera la volvieron una oportunidad para la gestión.
De tal manera que se fueron a tocar puertas por todos lados consiguiendo recursos y apoyos extraordinarios en el gobierno federal, en la iniciativa privada y en el estado, lo cual les permitió seguir fortaleciendo el desarrollo en sus municipios, y esto, es lo que Jaime debió hacer pero ahora sabemos que “no se le puede pedir peras al olmo”. ¿O sí?
Para finalizar, el matamorense Isaac Mata Vizcaíno y el luebberiano Guillermo Arredondo Olvera han sido juzgados por la opinión pública antes de que la Procuraduría de Tamaulipas los encarcele. Y por la intensidad con que lo hicieron esto quiere decir que pronto muy pronto darán con ellos y deberán pagar todo lo que se comieron y no vomitaron.
Sin embargo, si revisamos con atención los montos por los que la autoridad los acusa, pues esas cantidades comparadas con las que se llevaron los ex alcaldes como Ramón Garza Barrios, Oscar Luebbert Gutiérrez, Erick Silva Santos y Arturo Diez Gutiérrez, hasta dan risa y parece que por unos pagan otros y los peces gordos siguen pasándola bien por las playas del Caribe Mexicano como si estuvieran en el cochinero, todos llenos de lodo y porquería hasta el cuello pero muy contentos. ¡Quihuboles!
Al cierre. A los políticos se olvidan que la manera más sencilla de permanecer en el poder es hacer bien su trabajo. Así lo dijo el Abogado del Pueblo hace un días y estamos de acuerdo con él. Ni más ni menos.
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