Las deudas públicas adquiridas por los gobiernos como el de Veracruz, Quintana Roo, Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y otros más, han causado cierta parálisis en el desarrollo de estas entidades y sus municipios. Y es que una parte de sus ingresos son destinados al pago de estos créditos, y en algunos casos, estas deudas no corresponden a la realidad, ya que no se reflejan en las obras ni en los programas supuestamente realizados.
Por ello, en la ciudadanía de estos estados se ha empezado a generar cierta sospecha sobre el manejo que se hizo de estos recursos, porque los gobernantes nunca fueron transparentes a la hora de manejarlos y mucho menos lo hicieron en el momento de establecer el compromiso del pago. En algunos casos se empieza a sospechar que los ex gobernadores actuaron con cierta complacencia de parte del gobierno federal, como una forma de pago al apoyo electoral que le dieron a Felipe Calderón en las pasadas elecciones presidenciales y esto no sería nada extraño, ni raro que fuera cierto.
Sin embargo, si esto es verdad o mentira, sería importante que las autoridades que actualmente están al frente de estas entidades investiguen cuáles fueron los bancos o las financieras que otorgaron los créditos y si las tasas de los intereses corresponden a la realidad, porque hay dudas en el manejo de la Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio (TIIE) que establecieron y al parecer ahí está la ganancia. ¿Cómo la ven?
Lo mejor del caso es que expertos financieros aseguran que el TIIE se puede modificar al renegociar la deuda con las instituciones bancarias con quienes los gobiernos establecieron los préstamos y esto pudiera definitivamente bajar la deuda. ¿Será?
Por ello, en la ciudadanía de estos estados se ha empezado a generar cierta sospecha sobre el manejo que se hizo de estos recursos, porque los gobernantes nunca fueron transparentes a la hora de manejarlos y mucho menos lo hicieron en el momento de establecer el compromiso del pago. En algunos casos se empieza a sospechar que los ex gobernadores actuaron con cierta complacencia de parte del gobierno federal, como una forma de pago al apoyo electoral que le dieron a Felipe Calderón en las pasadas elecciones presidenciales y esto no sería nada extraño, ni raro que fuera cierto.
Sin embargo, si esto es verdad o mentira, sería importante que las autoridades que actualmente están al frente de estas entidades investiguen cuáles fueron los bancos o las financieras que otorgaron los créditos y si las tasas de los intereses corresponden a la realidad, porque hay dudas en el manejo de la Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio (TIIE) que establecieron y al parecer ahí está la ganancia. ¿Cómo la ven?
Lo mejor del caso es que expertos financieros aseguran que el TIIE se puede modificar al renegociar la deuda con las instituciones bancarias con quienes los gobiernos establecieron los préstamos y esto pudiera definitivamente bajar la deuda. ¿Será?
El primer revés para Enrique Peña Nieto no se lo dio algún adversario político. Se lo dio el novio de su hija la mayor, Paulina Peña Pretelini, con la cuenta de twitter @Pau_95Pena, cuando retuiteó una publicación de su novio, @JojoTorre, en la cual trató de defender al precandidato del PRI por las críticas generadas por su participación en Feria Internacional del Libro de Guadalajara donde no pudo responder cuando fue cuestionado sobre los tres libros que lo habían marcado en su vida.
El muchacho puso así: "Un saludo a toda la bola de pendejos, que forman parte de la prole y sólo critican a quien envidian”. Y esto de inmediato desató la furia de los twitteros de corazón quiénes de inmediato le contestaron y hasta crearon un espacio al cual le pusieron @soyprole y el cual tiene miles de seguidores.
Aunque habría que destacar que Peña Nieto se disculpó por el retweet que realizó su hija a un mensaje de su novio en el que definía como "prole" a quienes lo criticaron tras su pifia en la FIL de Guadalajara y publicó en su espacio del twitter: "el RT de Paulina fue una reacción emotiva por mi error en la FIL. Definitivamente fue un exceso y me disculpo públicamente por ello", después comentaría: "hablé con mis hijos sobre el valor del respeto y la tolerancia, les reiteré que debemos escuchar y no ofender a los demás". Pero esto definitivamente ya le quito un poco del barniz que Televisa y sus asesores de imagen le habían puesto, pero como dicen por ahí “hay maderas que por más que las pinten definitivamente no agarran el barniz”. ¿Qué tal?
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