domingo, 4 de febrero de 2024

El regreso al pasado en la UAT

La aprobación de Dámaso Anaya, primo del gobernador Américo Villarreal Anaya, por parte de la Asamblea Universitaria para que sea elegido como candidato a Rector de la UAT confirma que en Tamaulipas no se avanza ni hay cambio real ni mucho menos transformación.

Lo que existe es un retroceso en la vida democrática, en el crecimiento económico, la seguridad, el apoyo del gobierno con los sectores del comercio, el agrícola y con la clase política, incluyendo a los morenistas, así como a las organizaciones de la sociedad a quienes Américo Villarreal ni ve ni oye.

El mismo gobernador actúa como si sólo existiera él y su familia, así como su séquito de lambiscones que lo tienen encapsulado para que no vea a nadie y todo aquél que lo busque, no podrá hacerlo porque al doctor no le gusta tratar con la gente.

Esto al mandatario estatal le impide tener el termómetro de lo que pasa en el estado y lo que sabe, es lo que sus más cercanos le comentan, pero esto lo aleja de los tamaulipecos, de sus problemas que en teoría debería, al menos, tratar de resolver.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha promovido al gobernador Américo Villarreal diciendo que “está haciendo un buen trabajo y el estado tiene mucho futuro”, pero nadie ve su trabajo por ningún lado y el futuro de Tamaulipas está en duda.

Desde luego que eso en lugar de ayudarlo para que tenga una buena imagen con la gente lo perjudica.
De tal manera que López Obrador queda cómo un mentiroso y alguien que desconoce lo que sucede en el estado.

Por ejemplo, sí el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador combate el nepotismo que es igual a corrupción, aquí en Tamaulipas, el gobernador Américo lo promueve al llevar por segunda ocasión a su primo a la Rectoría de la UAT y eso no es hacer un buen trabajo. ¿O sí?...

¿Será que para AMLO un buen trabajo es que Américo se muestre sumiso ante los recortes que le hace al dinero federal que debe enviar al estado y no le diga nada.? Es posible. Ya ven que al tabasqueño le da por jugar a ser dictador.

Por cierto, le faltan 34 semanas para que se vaya y este día de la Constitución presentará una serie de reformas con las que busca destruir las pocas instituciones que lo detienen a cometer más ilícitos, pero de eso ya les platicaremos.

De salida. Efectivamente si MORENA no quiere perder los municipios que tiene aún en su poder, debe de seguir con la gente que los tiene y sí esto es así, en Nuevo Laredo va Carmen Lilia Canturosas; Carlos Peña en Reynosa; Río Bravo la familia Calabaza: Matamoros, Alberto Granados; Victoria, Lalo Gattas; Altamira, Armando Martínez y Ciudad Madero, Carlo González.

Tampico es de Chucho Nader y ahí el nepotismo no podrá ganarle, aunque AMLO imponga a su sobrina o AVA lo haga con su hermana. El nepotismo es un cáncer que conlleva la impunidad y la corrupción lo cual en este sexenio dice AMLO que ya ha sido desterrado, pero eso pronto lo veremos.

Por cierto, Miguel Ángel Crespo Reyes en Villa de Casas puede dar la sorpresa en estas próximas elecciones, tiene el apoyo de la gente que han sido defraudadas por los seudo-políticos que ofrecen promesas y luego no cumple sus compromisos.

Crespo Reyes, es de los nuevos liderazgos que están surgiendo ante la decepción que la gente les tiene a los políticos del pasado, que se han aprovechado del presupuesto para satisfacer sus necesidades personales y hacen a un lado las necesidades del municipio.

Sí Miguel Ángel Crespo Reyes entra a la elección dará la sorpresa. La gente lo ve bien, porque habla de frente, es directo, no tiene dobleces, y cuando puede, ayuda a la gente con sus propios recursos y eso muy pocos lo hacen. Ojalá que se le haga, trae ganas de trabajar por Villa de Casas y sus habitantes. Ni más ni menos.

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