Javier Garza de Coss es un buen político. Su cambio de actitud con el diputado Cabeza de Vaca así lo demuestra. Aunque también nos confirma que busca la unidad dentro del PAN en Tamaulipas, y que pretende fortalecer a su partido rumbo a las elecciones federales del próximo año, cuando los panistas de Tamaulipas traten de confirmar los triunfos electorales que obtuvieron hace dos años y medio cuando ganaron las dos senadurías y cinco diputaciones.
Sin embargo, Garza de Coss debe estar consciente que los señalamientos que constantemente se le hacen a Cabeza de Vaca y a su pandilla no son por su militancia, sino porque en la administración municipal en la que estuvieron al frente -y esto lo sabe muy bien- hubo desorden, un irregular manejo de los recursos y nunca hubo transparencia.Así que este caso seguirá vigente en los medios, en la opinión pública y en la atención de los ciudadanos hasta que las autoridades estatales los obliguen a pagar por todo el daño que le hicieron a Reynosa. Y por ello, le sugerimos al dirigente panista que sea más prudente y actúe con inteligencia cuando defienda al diputado Cabeza de Vaca, porque después su partido pudiera salir muy salpicado con todo este asunto.
En fin, sería bueno que también pusiera mucha atención a lo expresado hace unos días por Felipe Calderón cuando a sus colaboradores les dijo: “les exijo terminar con influyentismos, amiguismos, ser transparentes… les pido no tener complacencias para aquellos que se ostenten como amigos de los secretarios de Estado o del mismo presidente de la República”. Y además, “les pido sentar las bases para lograr un país de leyes, seguro, sin pobreza extrema, sin violencia, responsable y sin corrupción”. Así que ahí, los panistas de todo el país, en las palabras de su Jefe de Político tienen la línea a seguir. ¿Cómo la ven? ¿Será cierto? Ya veremos qué pasa.
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