La dispersión de los principales 10 municipios de Tamaulipas es uno de los factores más importantes que ha impedido la formación de un grupo político estatal, que pudiera disputarle el poder, en un momento dado, a un gobernador del estado en turno.
Y es que en Nuevo Laredo no se piensa y quiere lo mismo que en Tampico, y de igual manera lo que Reynosa desea cambia mucho a lo que en Matamoros, Victoria o El Mante se busca.
Es decir, los ciudadanos pueden coincidir que la seguridad, el empleo y la infraestructura urbana y de servicios, son las demandas que más les plantean a sus gobiernos. Y de igual manera, tendrán una semejante idea en que el Ejército y la Iglesia son las instituciones en que más confían, pero eso dista mucho a que se unan a un grupo para intrigar, derrocar o complicarle la vida al gobierno estatal.
Porque tradicionalmente quien es el gobernador tiene el control de la vida política del estado, y es muy difícil que se le escape algo, ya que es la persona mejor informada y sabe muy bien lo que buscan, quieren y desean los distintos actores de la política.
Sin duda alguna, el gobernador es el personaje central de la vida política en Tamaulipas y no existen, como los hay en otras entidades, empresarios, políticos y organizaciones que tuvieran tanta influencia o poder entre la sociedad, para cuestionar lo que se estuviera haciendo o dejando de hacer.
Por ello, los mandatarios estatales que estuvieron al frente de esa institución claro, hasta Tomás Yarrington Ruvalcaba, supieron equilibrar bien las fuerzas políticas y compensar a los grupos en los municipios.
De tal manera que hasta lograron consensos para que en el estado hubiera paz y tranquilidad durante sus mandatos. Con Eugenio Hernández Flores fue otra cosa, ya que su desmedida y vulgar ambición lo enloqueció, y por ello perdió mucho de lo que se había ganado en el terreno político, pero ese tema luego abordaremos porque da para mucho más que un simple comentario.
Por otra parte, tenemos que reconocer que en Reynosa con Oscar Luebbert Gutiérrez y en Matamoros con Tomás Yarrington Ruvalcaba, encontramos los grupos más consolidados de la política estatal, eso, a pesar de que ambos políticos se encuentran en crisis debido a las difíciles circunstancias por las que pasan, y no pueden ni siquiera dar la cara sin tener consecuencias, así que pensar que estarían atrás de algún movimiento contra el gobernador Torre Cantú sería muy totalmente alejado de la realidad.
Sin embargo, no dejan de influir en las decisiones políticas que ahí, en sus municipios se tomen, y difícilmente se les pueden imponer candidatos, pero casi podemos asegurar que Reynosa y Matamoros son los municipios donde el PRI de Tamaulipas, selecciona más rápidamente a sus candidatos -a las alcaldías y diputaciones- pero siempre y cuando se haga un buen consenso y equilibrio, entre las partes interesadas, y se les dé a cada quien lo que les corresponde.
En los otros ocho municipios importantes del estado es más difícil y complicado lograr los acuerdos, porque a veces la balanza se inclina por los candidatos que selecciona el gobernador, o bien, los que le sugieren los grupos económicos locales.
Pero bueno, lo importante de todo esto, es que en Tamaulipas se reconoce la figura del gobernador como el eje que mueve la política local, y eso lo saben en México y desde allá se le guarda respeto a las decisiones que tome y hasta el momento nadie, hasta donde sabemos, trata o busca arrebatarle el control político del estado.
Es más, desde el centro del país confían en que ganará la mayoría de las alcaldías del estado y las 10 principales ciudades, así como todo el Congreso local y saben que está haciendo todo para lograrlo.
Así que es difícil que en Tamaulipas exista un grupo, persona u organización que busque arrebatarle el poder al gobernador Egidio Torre Cantú, cuando se sabe que hasta los grupos económicos más fuertes del estado como el Grupo Tampico de los Fleishman y el Grupo Río San Juan, de Ramiro Garza Cantú, reconocen su liderazgo.
En fin, en los dos últimos años la presencia del gobernador Egidio Torre Cantú ha sido permanente por todo el estado. Sus programas, acciones y apoyos llegan a todos lados de tal manera que la aprobación de los ciudadanos a su mandato rebasa cualquier pronóstico y ningún otro mandatario de este nuevo siglo ha llegado tan fuerte a su segundo año de gobierno como lo ha hecho el proyecto del Tamaulipas Fuerte que Todos Queremos. Ni más ni menos.
De los resultados que dé a conocer en su próximo informe les daremos parte en nuestra siguiente colaboraciones y seguramente tendremos avances muy importantes en todos los rubros.
Al cierre. La presencia del abogado Luis Enrique Miranda Nava como representante del presidente electo Enrique Peña Nieto en el segundo informe de gobierno es una señal muy importante de apoyo al gobernador Egidio Torre Cantú, porque el mexiquense le envía a su hombre de más confianza para los asuntos de la política. Así de simple.
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