martes, 20 de noviembre de 2012

La conspiración debe esperar

En el ambiente político de Tamaulipas, Veracruz y Nuevo León, aún circulan ciertas versiones sobre la existencia de una posible conspiración que buscaría el cambio de los gobernadores a un cargo en el gobierno federal, o bien inmovilizarlos en sus propios estados, con el apoyo de algunos enviados del centro que pudieran ejercer el poder tras el trono, debido a que en la pasada elección presentaron para el PRI resultados negativos.


Y es que en algunos lugares donde se genera la política nacional se comenta que el PRI no estuviera batallando tanto para aprobar las reformas a la Constitución si se tuvieran las diputaciones federales que se perdieron en Tamaulipas, Veracruz y Nuevo León. Así que este justificante electoral y otros más como la situación extrema que se vive en estos estados, sirven de argumentos para fundamentar la hipótesis antes señalada.

Sin embargo, cada estado de los tres antes mencionados es un caso distinto. Por ejemplo, Nuevo León tuvo elecciones locales cuando se efectuaron las federales. Se adelantó a Tamaulipas y Veracruz y por esto ahora sabemos que el PRI perdió en Monterrey y en los municipios más importantes de la zona conurbada, así como la mayoría en el Congreso Local y esto ha puesto en alerta a los que mandan en México.

Por eso mismo en los casos de Tamaulipas y Veracruz ha trascendido que a los gobernantes de estas dos entidades les han dado un voto de confianza, un voto que implica el compromiso político de ganar la mayoría de los municipios, pero sobre todo los municipios más importantes, esos que generan el desarrollo y cooperan con el crecimiento económico de sus estados y del país.

Además, de ganar por completo sus Congresos porque se busca tener la mayoría y su control, ya que el próximo gobierno federal propondrá reformas estructurales a la ley suprema que apoyará a los principales sectores productivos del país, y el Poder Legislativo de los estados es fundamental para lograrlo.

El caso es que en Tamaulipas la meta es ganar la mayoría de los municipios pero en especial los 10 principales a como dé lugar, así como todo el Congreso y esto lo saben muy bien quienes deben saberlo. Así que no es para echarlo en saco roto porque el asunto va en serio, y si esto sucede antes de que el presidente electo Enrique Peña Nieto se ponga la banda presidencial, no queremos imaginarnos lo que pueda ocurrir después de que esto acontezca.

Si la instrucción ha sido entregada seguramente ya se bajó al PRI de Ramiro Ramos Salinas, y los operadores y toda la estructura debe estar llevando a cabo los trabajos necesarios para construir el triunfo priista. Si no es así, es conveniente que lo hagan, todo indica que el viejo PRI de la dictadura perfecta no volverá, pero su deseo de ganar todas las elecciones para continuar siendo la mejor opción electoral de los mexicanos, está presente y el proceso electoral de Tamaulipas se percibe que a los centro les preocupa.

Por ello el mensaje del doctor César Camacho Quiroz, presidente de la Fundación Colosio, cobra mucha importancia y pudiera decirse que fue como una segunda llamada de atención cuando dijo:

“Las elecciones de julio dejaron muchas lecciones, las cosas buenas tenemos que repetirlas y las que no resultaron buenas tenemos que desecharlas. Debemos cuidar el proceso de selección de candidatos, porque justamente la equivocación en esta elección, estuvo en más de un caso, en más de un estado, y esto fue un precedente a la derrota.”

Pero bueno, cerca de la cúpula del poder se comenta que el voto de confianza que les han dado a los gobernadores de Tamaulipas y Veracruz, es un voto de confianza condicionado al triunfo electoral, y se cree que en esta ocasión los mandatarios no van a fallar. No lo harán porque más allá de las elecciones están sus proyectos de gobierno y el futuro político de sus entidades no puede esperar ni mucho menos ponerse en riesgo.

En fin, algunos comentaristas, observadores y analistas de la política local, aseguran que allá en el DF se fraguan conspiraciones muy seguidas contra Tamaulipas, pero cuando uno les pregunta a los que están allá su opinión al respecto, dicen que para ellos no son conspiraciones, sino que no saben cómo salvar a su patria chica. ¿Quién tiene la razón? Eso lo sabremos muy pronto y mientras tanto, si realmente hubiera una conspiración ésta deberá esperar hasta que se vean los resultados de la elección de 2013. Ni más ni menos.

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