martes, 23 de junio de 2009

3 amigos en la sucesión de 2010

La última vez que un presidente de la República priista designó a un candidato del PRI al gobierno del estado fue cuando Carlos Salinas de Gortari impuso a Manuel Cavazos Lerma.
Después Cavazos Lerma eligió a Tomás Yarrington Ruvalcaba como el sucesor de su gobierno porque Ernesto Zedillo Ponce de León, fue un presidente priista pusilánime, a quien la política no le importaba y dejó que los gobernadores impusieran en casi todos los estados a sus favoritos.

Así que Manuel Cavazos montó una pasarela dizque democrática para aparentar el dedazo en favor de Tomás y de esta manera su paisano llegó a la candidatura del PRI al gobierno estatal.

Después cuando a Tomás le tocó el turno de imponer al candidato priista al gobierno, volvió a montar la pasarela “democrática” a la que metió a Homero Díaz y Baltazar Hinojosa, sus colaboradores más cercanos, pero sorprendió a todos porque designó a Eugenio Hernández Flores quien no era de su grupo.

En aquel entonces nadie se explicó por qué había sucedido esto. Todos los tomasistas del primer círculo estaban sorprendidos porque Geño no era yarringtoniano y opinaban que el victorense no tenía la preparación suficiente para ser el gobernador, pero Tomás, esto fue lo que menos tomó en cuenta y lo impulsó.
Sin embargo, las elecciones llegaron y Geño sacó la más alta votación que nunca antes se había registrado en una elección para gobernador, pero habría que aclarar que no tuvo una oposición real ni para ser el candidato del PRI, ni en la elección constitucional, así que el triunfo electoral casi le fue dado en charola de plata y no se despeinó ni siquiera para ganar.

Ahora la incógnita vuelve a surgir porque nadie sabe cuáles son las virtudes que un político debe tener para que Geño lo imponga como candidato al gobierno estatal, pero si revisamos nuestra historia política reciente podremos observar que Manuel Cavazos Lerma fue elegido porque tenía casi las mismas características profesionales que Salinas de Gortari.

Es un economista del TEC de Monterrey especializado en el extranjero (Inglaterra), tecnócrata, orador, diputado federal dos veces, senador de la República, chaparro y fundamentalista del mercado.

En el caso de Tomás Yarrington, su vinculación con Cavazos Lerma se da porque es originario de Matamoros, economista del TEC de Monterrey especializado en Estados Unidos, tecnócrata, diputado, presidente municipal, chaparro, buen orador y fundamentalista de la perversión política.

Pero en el caso de Geño Hernández las virtudes para ser el candidato elegido cambiaron porque no es economista, ni tecnócrata, ni orador, ni chaparro y mucho menos fundamentalista del mercado y de la perversión política, aunque sí es graduado en TEC de Monterrey pero de la carrera de ingeniero civil y esto no tiene nada qué ver con el perfil profesional que tenían sus antecesores.

En fin, algunos observadores de la política local afirman que el gobernador Geño Hernández Flores fue impulsado por Yarrington porque su perfil profesional le convenía a Tamaulipas y porque fue un colaborador discreto, aguantador y leal.

Ahora nos comentan que Geño impondrá en la candidatura al gobierno estatal a uno de sus amigos más cercanos porque su gobierno así lo conformó, con puros amigos. Y las apuestas se dan a favor de: Arturo Diez Gutiérrez Navarro; Rodolfo Torre Cantú y José Manuel Assad Montelongo.
Sus perfiles profesionales luego se los daremos pero habría que señalar que primero se tendrá que ganar el ocho de ocho, porque si no se hace, entonces la decisión para imponer al sucesor de Geño pudiera verse influenciada por el centro del país. ¿Cómo la ven? ¿Será?

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