
Por pronto, se ha descubierto que dos hermanos se están quedando con una parte de los recursos que deben entrar diariamente a la Tesorería Municipal por concepto de ingresos propios.
Uno de los hermanos trabaja en la Tesorería y cuando fue descubierto de inmediato le avisaron a Checo Posadas pero el compromiso político que tiene con el panista impidió que se le corriera y sólo le llamaron la atención pero nos dicen que sigue haciendo de las suyas.
El otro hermano trabaja en la Unidad Deportiva y nos comentan que descaradamente se queda con las cuotas que los ciudadanos pagan por utilizar las instalaciones de ese espacio deportivo y que no las reporta a la Tesorería Municipal.

En fin, por lo pronto sabemos que la denuncia que el Senador José Julián Sacramento puso ante la Auditoría Superior de la Federación sigue su curso y que Checo Posadas será citado a declarar -en los próximos días- por la autoridad federal para que les diga dónde quedaron los casi 800 millones de pesos de participaciones federales que fueron transferidos al DIF municipal. ¿Cómo la ven?

Pos quién sabe. El asunto es que esta mansión no se compara con la humilde casita donde habita actualmente y que se encuentra en el 15 Allende y Abasolo de la capital del estado. Nos dicen que el dinero para construir esta mansión sale de las dobles facturaciones que se elaboran y de los moches que recibe de los proveedores.
Pero bueno, esta malsana competencia se da solamente entre algunos proveedores del gobierno y funcionarios de buen nivel aunque sabemos que nadie podrá superar al que hizo una cocina de un millón de pesos. ¡Orales!

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